Los atropellos de animales provocan 122 puntos negros en la comunidad

Los atropellos de animales son un grave peligro para los seres humanos, además de afectar a la supervivencia de muchas especies,. Según los datos que maneja la DGT, de los 4.655 accidentes de tráfico registrados en Castilla y León durante el primer semestre de este año, los animales incontrolados han provocado 1.375, en los que han perdido la vida dos personas, en las provincias de Ávila y Salamanca. Mil de estos siniestros, aproximadamente, fueron causados por animales silvestres, mientras que en el resto de los casos se vieron involucrados animales domésticos. En cuanto a las especies involucradas, la mayor parte (520) estuvieron causados por corzos, siendo Burgos y Soria, con más de 200 cada una, las provincias con más atropellos, mientras que en las de Ávila y Salamanca no se registró ninguno. El jabalí causó 370 accidentes, en su mayor parte en León, Burgos y Palencia; el zorro, 58 y el ciervo, 53. Según se afirma desde DGT, la mayoría de los accidentes (620) se producen al caer el día, concretamente, entre las 19 y las 24 horas, siendo entre las 21 y las 22 horas el periodo más crítico, con 150. Entre las once de la mañana y las cuatro de la tarde, sólo se produjeron cien accidentes. La Consejería de Fomento ha identificado 122 tramos negros, repartidos por toda la geografía regional, que suman algo más de 430 kilómetros. León, con 28, es la provincia que encabeza esta relación seguida de las de Burgos (24), Soria (23) y Palencia (20). En el extremo contrario se encuentran Valladolid (3) y Ávila y Zamora (4 cada una). Las provincias de Segovia (10) y Salamanca (6) ocupan una posición intermedia. Actuaciones Dentro de la Estrategia para la Seguridad Vial 2004-2008, la citada Consejería ha invertido 2,6 millones de euros en el vallado de los tramos de carretera donde más accidentes se producen. Además, entre Almazán y Soria (N-111), se construirá una autovía que tendrá pasos para la fauna y cerramientos que impedirán que los animales accedan a la calzada. Las actuaciones se completarán con la instalación de más de 300 carteles que alertarán a los conductores de la presencia de fauna silvestre y que deberán reducir la velocidad. Estas iniciativas han surgido tras comprobar que las medidas tomadas con anterioridad no han dado los resultados esperados. En nueve carreteras con un total de cincuenta kilómetros, se colocaron estacas reflectantes que proyectan la luz de los vehículos hacia el exterior de la vía para hacer huir a los animales. También se puso en marcha un repelente oloroso consistente en unas bolas de poliuretano en estacas clavadas en el suelo o en los árboles e impregnadas con un producto que emite olores de los enemigos naturales de los animales (hombre o lobo). Según las conclusiones del II Seminario sobre Accidentes de Tráfico Provocado por Animales, celebrado en Soria, es fundamental la coordinación entre todas las partes involucradas. Para ello, deben señalizarse los tramos de alto riesgo, limpiar las cunetas e instalar pasos de fauna y vallas en su caso; adoptar medidas para autorizar el control de poblaciones cuando exista riesgo de que se produzcan daños en los cultivos o accidentes por atropellos con especies cinegéticas; extremar las medidas de precaución en batidas y monterías; hacer campañas de sensibilización para evitar las perturbaciones a la fauna salvaje, y comunicar a los titulares de los cotos los accidentes que se produzcan.