La biotecnología española crece cuatro veces más que en la UE

Buenas y malas noticias para la biotecnología española, el sector estratégico al cual fían su desarrollo los países con más futuro. La buena, es que crece a un ritmo cuatro veces superior a la media de la antigua UE de 15, con unas tasas de inversión públicas y privadas inéditas que se multiplican cada ejercicio. La mala, que aún no supera la mitad de la media europea - y una cuarta parte de la de EE.UU.- y la convergencia no se alcanzará antes de 20 años. «El sector ha despertado, el problema es que parte de muy abajo», resumió José Luis Jorcano, director general de Genoma España, la fundación estatal que auspician el Ministerio de Educación y Ciencia y el de Sanidad y Consumo. Genoma España presentó ayer un estudio, exhaustivo, sobre el presente y las expectativas de futuro de un sector emergente donde caben la medicina regenerativa y las investigaciones biomédicas con células madre; el diseño de nuevos fármacos y vacunas; la mejora genética en agricultura y ganadería; producción de energías alternativas (bioetanoles) e I+D industrial, entre otros campos de aplicación. Informe optimista El informe, elaborado con la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno y su responsable, Miguel Sebastián, proyecta optimismo por el incipiente despegue, pero sin triunfalismos porque la desventaja de partida es enorme. Así, la producción científica española en biotecnología es muy competitiva, la cuarta en Europa, y firma el 4% de los artículos especializados que se publican en el mundo. La cruz es que falla la traducción práctica, industrial y económica, de ese saber y sólo se solicita el 0,16% de las patentes europeas en ese ámbito. Hasta ahora los investigadores tenían muy pocos estímulos para patentar, y el empresariado español «no se distinguía por su interés». «Hay que cambiar esto», reclamó. Se da la paradoja -explicó Jorcano- de que el 40% de las publicaciones científicas españolas en los distintos campos de la biotecnología son luego citadas expresamente en numerosas solicitudes de patentes por parte de empresas, consorcios o grupos estadounidenses, mucho más ágiles en saltar de la ciencia básica a la aplicada. Empuje inversor La primavera del sector biotecnológico español, con un crecimiento anual del 25% en el último lustro, obedece al renovado impulso público y al interés creciente del sector privado. Las inversiones públicas se han duplicado en los últimos años, y las empresariales triplicado. De seguir la tendencia, en 2010 podría cumplirse el paradigma ideal en reparto inversor, dos tercios de la iniciativa privada, y un tercio procedente del Estado. Las proyecciones de los expertos avalan además un peso progresivo del sector en la riqueza nacional. En 2004 la facturación del sector fue de 4.000 millones de euros y 36.000 puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos.