La ayuda profesional aumenta las posibilidades de dejar el hábito
Unas 1.000 oficinas de farmacia en toda España dispensan programas de ayuda y seguimiento para dejar de fumar, un empeño cuyas posibilidades de éxito se multiplican por ocho si existe el apoyo de los profesionales sanitarios. El dato fue facilitado ayer durante la presentación de un nuevo parche de nicotina para dejar de fumar por la presidenta de la Sociedad Española de Farmacéuticos Comunitarios (Sefac), Ana María Quintas, quien destacó el papel de las oficinas de farmacia en la labor de prevención y tratamiento del tabaquismo. Quintas manifestó que un 10% de los fumadores está en fase de preparación para dejar el hábito, pero requieren además de los tratamientos pertinentes el seguimiento y apoyo de un profesional sanitario. Según la presidenta de Sefac, es necesario facilitar formación a los profesionales, así como por la adopción de protocolos en las oficinas de farmacia destinadas a prestar ayuda a las personas que tratan de dejar el hábito. Quintas señaló que ante la entrada en vigor en enero de la Ley que restringe los lugares donde se puede fumar ha percibido un aumento en la demanda de productos y asesoramiento para dejar el hábito, así como un cambio en la mentalidad de los fumadores que son conscientes de su adicción y que socialmente genera rechazo. Asimismo recordó que los adolescentes fumadores presentan más riesgo de engancharse a otras drogas y más agresividad; y los hijos de madres fumadoras tienen más riesgo de padecer muerte súbita.