Una imprudencia provoca un gran incendio que arrasa Sierra Nevada

Una imprudencia de dos excursionistas extranjeros al encender una fogata porque se habían perdido, ha ocasionado uno de los desastres forestales más importantes de los últimos años en la provincia de Granada, donde un incendio ha arrasado ya casi tres mil hectáreas de bosque, la mayoría de ellas pertenecientes al Parque Nacional de Sierra Nevada. El fuego se declaró a las ocho de la tarde del jueves en el paraje conocido como El Tello, en la localidad granadina de Lanjarón. Horas después, las fuerzas de seguridad localizaron, en buen estado de salud, a dos excursionistas, un hombre inglés y una mujer francesa, que fueron trasladados a Órgiva. La versión que ha trascendido es que los excursionistas venían de Restábal por el monte y no encontraban el camino de regreso a Lanjarón. Al sentirse perdidos y desesperados -incluso llamaron al 112 para alertar de su situación- hicieron un fuego que se les fue de las manos y que ellos mismos intentaron apagar. Pocas horas después era imposible precisar la superficie calcinada por el impresionante incendio. El frente activo de más de dos kilómetros se podía divisar desde la comarca vecina de la Costa y causó expectación en la N-323. En la mañana de ayer ese frente pasó a los parajes de otros municipios como el de Lecrín y Nigüelas, que forman parte del Parque Natural de Sierra Nevada. En la extinción del incendio están trabajando un total de 25 hidroaviones y casi dos centenares de miembros del Infoca. El fuego, que lleva calcinadas a última hora de ayer más de 2.500 hectáreas de castaños y pinares, fue declarado de nivel uno, por lo que la Junta de Andalucía envió efectivos de las provincias de Jaén, Málaga y Almería. Perdidos A primeras horas de ayer pasaron a disposición judicial la pareja de extranjeros. Los dos excursionistas explicaron que se habían perdido y encendieron una hoguera para calentarse y llamar la atención para que alguien pudiera verlos. El fuego se inició en la zona más baja del monte y subió abriéndose camino entre pinares de más de medio siglo y castaños centenarios, plantados en la zona privada de regadío. A última hora de la tarde de ayer, los retenes intentaban frenar el avance en los carriles mientras especialistas y vecinos que presenciaban la tragedia se temían lo peor. Y es que, a pesar de que el viento no azotaba en la zona baja, en la parte más alta del monte -las llamas avanzaban a unos 1.600 metros de altura y seguían subiendo- sí existen corrientes. De ahí que las consecuencias hasta ahora sean incalculables. Valor incalculable El alcalde de Lanjarón, José Rubio, estaba tan apenado y consternado contemplando el devastador incendio que no tenía ganas ni de criticar ni de buscar culpables. Pero los lamentos no le hacen olvidar que, en numerosas ocasiones había pedido a Medio Ambiente que limpiase los pinares de El Tello y los cortafuegos. «Sabíamos que esto podía pasar, se veía venir», decía consternado. El primer edil asegura que el valor de la sierra que se va a perder es incalculable: «Deberían haber hecho un esfuerzo por protegerla».