«Faltó sólo una gota más»

«No cuadré en un equipo que confiara en mí para una carrera grande, sí para las de un día o una semana, y respondí: creo que hubiera hecho cosas importantes». Es Javier Pascual Rodríguez, el ciclista de La Virgen del Camino que como profesional ha llegado a las cotas más altas con los equipos más importantes y que este año, con dos victorias absolutas en Estella y La Rioja, se quedó a las puertas de redondear la temporada con dos etapas de la Vuelta a España en las que fue segundo y tercero; aunque logró subir al podio por equipos con el suyo, el Comunidad Valenciana de Vicente Belda. Ayer, en el Club de Prensa del Diario de León, desgranó y explicó su carrera deportiva, desde que en 1987 se proclamó campeón de España cadete con la selección de León hasta este año, cuando a punto e cumplir 34 acaba de renovar por dos años más con el Comunidad y de rechazar tres suculentas ofertas de otros equipos importantes. Es la historia casi de un leonés más que triunfa, pero que para ello tuvo que salir en su momento de la provincia, a Asturias en su caso, para dar el salto a juveniles y luego a amateurs, donde según recordó se quedó a un paso de formar parte del gran Banesto post Indurain: militaba en el filial. Repasó cómo tuvo que irse a un equipo humilde, el Santa Clara, para debutar en profesionales hace once años, y cuanto esfuerzo y dedicación tuvo que derrochar para llegar a ser quien es. «No he salido de un día para otro, es fruto de muchos años, de un montón de trabajo y esfuerzo; como en todos los órdenes de la vida y del deporte: mirad a Fernando Alonso», recalcó. Pero «estoy contento de como me ha ido», afirmó delante de una afición que le sigue en la carretera y en sus charlas. «Tanto este año en la Vuelta, como en mi carrera, quizá sólo faltó esa gota más para haber logrado aún más éxitos. Pascual recalca que este año ha estado más libre, que por eso ha destacado, aunque le haya faltado redondear. No perdió tampoco oportunidad para contar a su auditorio anécdotas. «En Estella estaba allí Indurain, al que como todos tengo en un pedestal, y cuando gané me dijo: pensé que no llegabas, porque venía Valverde por detrás: fue muy bonito», relató. No se olvida que salió desde abajo ni de los otros dos leoneses ahora en profesionales, Santos y Gomes, a los que augura un buen futuro en cuanto se adapten. Y se siente orgulloso y contento, recompensado por ser ídolo de chavales: «Que me tomen como un referente para llegar a lo más alto del deporte y para ganarse la vida es bonito. Además, con tanto paro es una salida más...», bromeó antes de prometer que el año que viene volverá con victorias.