Habla el presidente
EL PRESIDENTE Rodríguez Zapatero ha prometido que sabrá actuar si ETA «da un paso decisivo». Es una afirmación clara y tajante. Tanto como su compromiso de «manejar» las negociaciones del Estatuto catalán para conseguir un acuerdo con ERC, con CiU y con quien haga falta. Son gestos loables, por más que ETA no le escuche demasiado y por más que algunos ministros, como Bono, anden preocupados por la posibilidad de que el Estatuto llegue a Madrid «de aquella manera» y aquí haya que poner freno a las aspiraciones nacionalistas. Hace bien Zapatero en dedicarse a esas cosas y de esa manera. Pero a mí me gustaría escuchar otras declaraciones de Zapatero. Por ejemplo: «Mañana por la mañana me trasladaré a Ceuta y Melilla para estudiar sobre el terreno el problema de la frontera y darle una solución urgente. He convocado a los presidentes de las dos ciudades autónomas para escuchar sus opiniones y ratificar el apoyo de nuestro Gobierno a ambas ciudades. También les he pedido que se incorporen al encuentro que se está celebrando entre España y Marruecos. Ya he hablado con el primer ministro de Marruecos para expresarle nuestro pesar por los hechos y le he exigido que haga frente a sus responsabilidades. Y, por último, les comunico que Su Majestad el Rey ha manifestado su voluntad, compartida unánimemente por el Gobierno, de visitar próximamente ambas ciudades». Los ciudadanos estarían encantados de escuchar al presidente la convocatoria urgente de una Mesa con todos los partidos, los presidentes de las autonomías, la Federación de Municipios y los mejores expertos para tomar medidas consensuadas frente a la sequía que nos amenaza y lo que ello significa para las ciudades, para el mundo rural y para la agricultura española. Recibirían con agrado una inmediata cita con Mariano Rajoy para trabajar en un acuerdo global sobre la educación, que acabara con reformas sectarias y partidistas, como ha sucedido desde 1978 a 2005. Y que hablaran también de un claro apoyo a la investigación en España, que, pese a las promesas, sigue como estaba, es decir, bajo cero. Sería estupendo. Pero el presidente -y buena parte de la oposición- debe estar ocupado en otros asuntos más importantes...