Que no se traguen la promesa

HA PASADO un ángel por la ciudad de León. Tan enfrascada ella en la crisis de Antibióticos, en la espera de un nuevo Plan del Carbón, en las acusaciones de desgobierno del PSOE al PP, en el peligro de inhumación de los «principia» y en la derrota del Ademar ante el Ciudad Real, que es más que posible que haya pasado desapercibida la Declaración que suscribieron veintidós países iberoamericanos, representados por los ministros que entienden en el mundo de la infancia. Se comprometieron, nada más y nada menos, que a erradicar la pobreza extrema en un plazo de cinco años, especialmente la que afecta a los niños, a enfrentarse a la lacra del trabajo infantil, a fortalecer el papel de las familias en el ejercicio de su labor educadora y a combatir las causas que originan la miseria y la exclusión social, Y a más cosas. Bendito sea Dios. Algo se mueve en la conciencia colectiva de los pueblos. No duden de que son esas «semillas de la Palabra de Dios» que andan sueltas por la historia. Y que no aparezcan desde el primer día los agoreros de calamidades. No hicieron más que firmar y salieron a la palestra los cenizos de turno: la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y varias ONG se despacharon con una de cal y otra de arena. Valoraron positivamente el texto, pero enseguida añadieron que dudaban de su cumplimiento, porque falta el peso de un compromiso vinculante para los Estados y porque la experiencia del pasado enseña que no es ningún lujo permitirse el escepticismo. Mala cosa es que, desde dentro y con el bagaje de la veteranía, se ponga arena en los cojinetes. El cristiano tiene que ser una persona de esperanza. En Dios y en los hombres. Debemos alegrarnos de lo decidido en la Conferencia Iberoamericana de la Infancia. Y esperar a que la globalización que nos invade sople en esta dirección. Con fuerza, que la indigencia y el desamparo y la muerte no admiten las dilaciones a que nos tienen acostumbrados los intereses bastardos de unos pocos. Que esperemos tampoco puedan con una promesa que debe ser mucho más que un brindis al viento: para el año 2012 España destinará el comprometido 0,7 % de su riqueza a la cooperación internacional; Leire Pajín, la muchacha dirigente socialista oriunda de Sabero, lo dijo. Confiemos en que ni ella ni nadie con responsabilidad en el asunto tenga que tragarse la promesa. De todo, como en botica Felicitaciones extremadas, en tiempos de sequía, para la diócesis de Astorga, porque desde mañana (a las 6 de la tarde, en la Catedral), va a contar con tres nuevos diáconos (la antesala de ser «curas»): Ignacio Lindoso, de Sobrado de Aguiar; Agustín Rubio, de Coomonte; y Roberto Balado, de San Miguel de las Dueñas. Falta nos hacen; que entren con buen pie, que caminen firmes y que perseveren. Y que nos les falten los apoyos humanos e institucionales. Que eso es hacer Iglesia peregrina. La que han hecho y hacen también los monasterios de monjes y de monjas, con su aporte a la historia de la humanización. Como han demostrado el X Congreso de Estudios Medievales, clausurado en León el jueves, y el Simposio de Música de Tecla, que profundizó sobre el legado musical de los conventos femeninos, entre los muros del monasterio benedictino de San Pedro de las Dueñas, en las cercanías de Sahagún. Letra y música para una sinfonía de inculturación de la fe en nuestras tierras. Otras cosas. Que no se nos pase una felicitación entrañable y temblorosa para la Fundación «Proyecto Hombre» de Astorga-León, comprometida desde hace veinte años en combatir toda clase de adicciones que esclavizan o destruyen al ser humano; un signo más del compromiso eclesial con los que sufren, aunque sea por propia causa. Y para las buenas gentes de Villalibre, pegando a Priaranza, en pleno Bierzo, que tuvieron reaños para recuperar la memoria y homenajear a quien fue su párroco, José Regueras Morán, fallecido en 1957, por lo mucho que hizo en favor de la comarca. Y para el vecino de abajo, en esta página, el profesor José Román Flecha, que ha recibido una condecoración del Estado Italiano; por algo será. Queda prepararse en toda la geografía para celebrar la fiesta de Las Cantaderas (que es mañana), la romería de San Froilán (que es el miércoles) y la clausura del Año Jubilar (que será el domingo día 16). Entre el folclore y los reconocimientos civiles, malo será que no se cuele un poco de gracia de Dios. Así sea.