El Gobierno reformará el texto, del año 2000, para frenar la creciente delincuencia infantil
La Ley del Menor incluirá órdenes de alejamiento por acoso escolar
Evitará que los menores víctimas de delitos sexuales declaren ante sus supuestos agresores
El aumento de las bandas callejeras ha llevado al Ejecutivo a actuar para intentar acabar con ellas
La decisión quizás llegue demasiado tarde para algunos, pero al final el acoso escolar, conocido como bullying , será tratado como un delito. Ayer, el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, informó de que el anteproyecto de Ley para reformar la Ley de Responsabilidad Penal del Menor contemplará medidas de alejamiento para el agresor en este tipo de casos. El objetivo de esta medida anunciada por el Gobierno no es otro que intentar conjugar la orientación educadora de las sanciones que se adopten con el agresor y el interés superior del menor que ha pasado a ser víctima. Pero ésta no será la única novedad que introducirá la reforma de la Ley del Menor. Está previsto que se modifique también la ley de Enjuiciamiento Criminal para evitar escenas como las que tuvieron que vivir recientemente unas niñas de un colegio de Barcelona que tuvieron que testificar ante su profesor de kárate para contar cómo éste las sometió a supuestos abusos sexuales. Nunca más los menores tendrán que declarar en un juicio enfrentándose visualmente a su agresor. Manteniendo la premisa de que el menor «en ningún caso pueda ser tratado peor que un adulto», el Gobierno acomete la reforma de una ley que se ha mostrado incapaz de frenar el constante incremento de la delincuencia juvenil. El Gobierno ha decidido elevar determinadas penas a menores tras comprobar que es un hecho el incremento del número y la gravedad de los delitos cometidos por jóvenes de entre 14 y 18 años en los cinco años transcurridos desde la aprobación de la Ley orgánica de Responsabilidad Penal del Menor. La irrupción del fenómeno de las bandas ha llevado al Ejecutivo a prever que los jueces puedan ordenar el in-ternamiento de los jóvenes por delitos como el tráfico de drogas o la tenencia ilícita de armas, comunes en las bandas juveniles. En el caso de que los autores de delitos integrantes de bandas tengan entre 14 y 16 años, la nueva ley establecerá una pena máxima de 3 años -bien en régimen cerrado o no-, mientras que si el delincuente tiene entre 16 y 18 años la pena podrá llegar a los seis años, obligatoriamente en régimen cerrado si los delitos son de extrema gravedad.