| Visto y oído |
Casos y cosas de un sábado peculiar
Vinieron los Fierro Alfonso Fierro, nieto del fundador de la «saga familiar» y dos biznietos más que residen en Madrid visitaron ayer el chalet de Padre Isla en el que actualmente se ubica la Cámara de Comercio y la sede del Instituto Leonés de Cultura, conocido como el «Edificio de los Fierro», justo en el día en que se cumplían 39 años de su apertura. En diapositivas, se les mostró el legado de su abuelo a la ciudad, que en su día, concedió 10 millones de pesetas para crear la sede en cuestión. Les acompañó el presidente de la Diputación Provincial, Javier García-Prieto y el presidente del ILC, Wenceslao Álvarez Oblanca. Posteriormente, cursaron visita a la comarca de Valdelugueros, de donde desciende la familia, dedicada a negocios de minería y banca, según informa Verónica Viñas . Se unieron los Fernández Bermejo Sergio Fernández, natural de León y Físico de Cálculo Automático pro profesión e Inmaculada Bermejo, licenciada en Filología Inglesa, contrajeron ayer matrimionio en la iglesia de San Marcos, antes de acudir al Hotel Tryp de Eras de Renueva para celebrar el banquete nupcial. La madre del novio lució un diseño de María Lafuente, recientemente galardonada en la pasarela de Castilla y León en Burgos. Volvió Blunkett El laborista David Blunkett, de 58 años, actual ministro de Trabajo del Gobierno de Tony Blair, invidente desde su niñez, no parece escarmentar con los líos de faldas. Blunkett, que tuvo ya que dimitir el pasado año como ministro del Interior tras una cruel larga batalla por la paternidad del hijo tenido con una conocida periodista casada con otro hombre, se ha visto involucrado ahora con otra mujer también mucho más joven. El último objeto de su pasión es una atractiva rubia llamada Sally Anderson, de 29 años y agente inmobiliaria de profesión. Nació Kelly Helen Kelly, contable de 24 años, puede agradecerle la vida a un simple sujetador, que rechazó una bala disparada en una disputa a tiros en la capital británica. La joven se encontró esta semana en medio de una refriega entre bandas rivales que estalló en el centro de Londres al terminar una ceremonia de entrega de premios a la música urbana. Kelly recibió el impacto de una de las balas, que fue milagrosamente desviada por la varilla situada en la parte inferior de esa prenda, que le habría entrado normalmente en pleno pecho, pero que terminó incrustada en uno de los senos. La bala le fue extraída fácilmente en el Royal London Hospital, en el que la joven había sido internada de urgencia, a donde había sido trasladada.