El mosquito tigre de Asia amenaza con extenderse a toda España

Se trata de un pequeño insecto, de apenas cinco milímetros, de color negro con unas llamativas rayas blancas en su abdomen conocido con el nombre de mosquito tigre asiático ( Aedes albopictus ). Vive en zonas sombrías donde se acumula el agua, es muy agresivo y su picadura, especialmente en las extremidades inferiores, es bastante más dolorosa y persistente que la de otros mosquitos pudiendo llegar a provocar fuertes hinchazones y reacciones alérgicas. Además, su actividad es diurna y como puede atacar en grupo llega a provocar múltiples picotazos en apenas unos minutos. Fue descrito por primera vez en 1894 en el sureste asiático y, aunque su hábitat se reduce principalmente a una zona cuyos límites son Japón, India, Nueva Guinea y Madagascar, en menos de treinta años se ha extendido por el mundo invadiendo EEUU y entrando en Europa a través de Albania para extenderse por Bélgica, Hungría, Francia o Italia. Para ello ha utilizado las rutas de comercio de los neumáticos que se han convertido en el mejor hábitat artificial de la especie ya que al almacenarse en lugares sin techo acumulan agua de lluvia y materia vegetal en descomposición. Se trata, por tanto, de otra especie invasora que se suma a la hierba de las pampas, el mejillón tigre, el visón americano o la cotorra argentina que tantos perjuicios causan a la biodiversidad autóctona. El mosquito tigre sigue avanzando y ahora le ha tocado el turno a España, posiblemente procedente de Italia, aprovechando el transporte internacional de neumáticos usados y en el agua envasada del «bambú de la suerte», presente en muchos hogares como adorno. Rápida propagación Los primeros ejemplares de mosquito tigre fueron localizados en agosto del año pasado en Cataluña, concretamente en la localidad barcelonesa de San Cugat del Vallés. Este verano se ha detectado su presencia en otros seis municipios, incluida la capital, lo que ha llevado a los entomólogos a afirmar que la invasión no ha hecho más que comenzar. Se prevé que en los próximos años se extienda por el resto de España instalándose en aquellos lugares que le sean favorables a nivel climático, especialmente los lluviosos, lo cual apunta al norte peninsular, ya que las áreas desérticas dificultan su supervivencia. Las zonas más pobladas pueden favorecer la velocidad de expansión de la especie y, además, las zonas con jardines y agua estancada son un hábitat idóneo. Se han capturado mosquitos tanto en el medio rural como el urbano, en contenedores abandonados y zonas umbrías con agua y hasta en los cementerios, aprovechando los floreros de las tumbas, un lugar excelente para reproducirse. Como medida de precaución, la Agencia de Salud Pública de Barcelona ha aconsejado vaciar los envases que puedan acumular agua como macetas, ceniceros, latas, bebederos o jarrones, para evitar las puestas. 40 y 80 huevos La especie es muy prolífica y cada puesta está formada por entre 40 y 80 huevos que pasan las fases de larva y pupa en recipientes con agua hasta convertirse en adultos. Cuando el clima es cálido, pueden tardar sólo una semana en desarrollarse, y como no vuelan a grandes distancias (150 metros como máximo), es bastante sencillo localizar su criadero. Para tratar de exterminar el insecto se utiliza una bacteria ( Bacillus thurigensis ) y cobre metálico, aunque sin demasiado éxito porque tiene mucha facilidad para adaptarse. Los expertos afirman que se debe mantener a raya para evitar que se propague, como ha ocurrido en Italia, donde en apenas 13 años la ha invadido por completo. Aunque este país destina anualmente cerca de 15 millones de euros para erradicar al mosquito, si bien los resultados hasta el momento no han sido positivos.