La UE llama a la vacunación masiva por el veloz avance de la gripe aviar

El virus de la gripe aviar ha llegado a Europa, y la Comisión europea, aunque circunscribiendo todavía el problema al ámbito de la salud animal, ha comenzado a recomendar abiertamente la adopción de medidas específicas para reforzar la protección de las personas, ante el riesgo de una pandemia que, sin embargo, todavía no se ha desatado y para la que no se dan las condiciones patogénicas necesarias, pues el virus no se transmite aún entre seres humanos, sino solamente de aves a personas. Este jueves, la Comisión europea confirmó que el brote de gripe aviar detectado en Turquía es debido al problemático H5N1, responsable de la muerte de unas 60 personas en diversos países asiáticos desde el 2003, y causante del sacrificio de millones de aves en aquel continente. En Rumania, en cambio, los análisis en curso para determinar las características de otro brote detectado el pasado fin de semana sólo han permitido descubrir, hasta el momento, una parte de la secuencia genética del virus, la H5. A pesar de todo, las autoridades comunitarias anunciaban ayer que actuarían ante el caso rumano como si contuviera el máximo potencial patogénico, dada la proximidad geográfica del país con Turquía. El comisario Marcos Kyprianou, chipriota, responsable de Salud y Protección de los Consumidores, compareció ayer en conferencia de prensa para informar de la situación. Dijo que el problema pertenece al ámbito de la salud animal, pero reconoció que el nivel de alerta en las Administraciones nacionales es alto, pues una pandemia ocasionada por una versión mutada del virus causante de la gripe del pollo cae dentro de lo muy probable. Acopio de antivirales «Ante ese riesgo, decía Kyprianou, estamos haciendo dos cosas: por un lado, recomendamos a los Estados miembros que efectúen acopio de antivirales y que mantengan contactos con los laboratorios para poder reclamar derechos de preferencia en el caso de que la pandemia se desate, y la vacuna entre en fabricación; y, por otro, estamos pidiendo a los laboratorios farmacéuticos que aumenten su capacidad de producción, para el caso de que sea necesario producir grandes volúmenes de la nueva vacuna». El problema, como precisaba Kyprianou, es que todavía no hay vacuna contra la gripe aviar, porque el virus capaz de desatar la pandemia no existe: no se ha producido la mutación que permitiría al nuevo espécimen transmitirse entre seres humanos, y no de aves a seres humanos, como hasta ahora. Y sin virus, no hay vacuna. El comisario reconocía, no obstante, que es útil, «pues forma parte de nuestros planes», las vacunación contra la vertiente estacional de la gripe. La Comisión, en cualquier caso, se está ciñendo a las recomendaciones formuladas al respecto por la Organización Mundial de la Salud, que recomienda la utilización de esa vacuna estacional entre las poblaciones de riesgo: las personas de más de 65 años y los niños, las personas con defensas bajas y quienes trabajen con aves o en las inmediaciones de focos potenciales de la enfermedad. Aunque el comisario aseguró no querer difundir alarmas injustificadas, cometió una contradicción dialéctica al reconocer que «cuantas más vacunaciones, mejor para evitar la pandemia». Por su parte. el Ministerio de Sanidad y Consumo recordó ayer la conveniencia de que todas las personas incluidas en grupos de riesgo (mayores de 65 años y enfermos crónicos, principalmente) se vacunen este otoño frente a la gripe común.