Una de cada tres mujeres ha sido golpeada en el mundo para tener sexo
La violencia de género mata a tantas mujeres como el cáncer
La ONU considera la igualdad un factor clave en la lucha contra la pobreza y el subdesarrollo
La violencia de género, la expresión más sangrante de la desigualdad entre sexos, mata y discapacita en todo el mundo a más mujeres de entre 15 y 44 años que el cáncer. El Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) destaca en su último informe la vulnerabilidad de la mujer en las regiones más empobrecidas del planeta, y la necesidad de impulsar políticas de igualdad como instrumento básico de lucha contra el subdesarrollo. La violencia sobre la mujer tiene tantos rostros que la suma total de víctimas arroja cifras estremecedoras. En todo el mundo, una de cada tres mujeres ha sido golpeada o coaccionada para mantener relaciones sexuales no deseadas; cada año centenares de miles de niñas y jóvenes son sujeto de trata, esclavitud o matrimonio forzoso; otras tantas son sometidas a mutilación genital, y millones de féminas -en porcentajes que van del 10 al 69%, según los países- sufren en su entorno familiar violencia doméstica, la violación de derechos humanos más extendida en los cinco continentes. La discriminación femenina a menudo comienza en el útero. Sólo en Asia se calculan 60 millones de niñas desaparecidas, bien por aborto selectivo en función del sexo, bien por infanticidio tras el nacimiento. Coste económico En su informe del 2005 sobre el «Estado de la Población Mundial», presentado ayer, el UNFPA subraya el enorme lastre social y económico que representa la discriminación de género, violenta o no. En países ricos como EE.UU., la violencia de género causa pérdidas anuales por valor 12.600 millones de dólares, y de 6.300 millones en Australia. En Chile, en 1996 se calculó en unos 1.560 millones de dólares la merma de ingresos derivada del maltrato doméstico contra la mujer, un 2% del PIB nacional, y en países del llamado Tercer Mundo el impacto socioeconómico es tan descomunal que instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) empieza a incluir la violencia de género como indicador evaluable en su cartera de préstamos. Los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas incluyen las políticas de igualdad como factor clave de desarrollo y de lucha contra la pobreza, recuerda el informe. Las inversiones en educación femenina, en salud reproductiva y en oportunidades económicas y laborales de la mujer podrían reducir hasta un 14% la pobreza en el mundo de aquí al 2015. Investigaciones del Banco Mundial en países subsaharianos estiman que su producción nacional aumentaría en un 20% si creciera el número de mujeres que acceden y controlan tierras, ingresos y servicios agrícolas.