SOSERÍAS
Sosería de soserías
TAL COMO SE PONE el hispano panorama de rico y de prometedor los cambios que se avecinan van a ser de mucha sustancia. Contemplo mi caso por ejemplo y hasta hoy advierto que he vivido tan feliz con mi humilde condición de catedrático de provincias. Pues no tengo más remedio que admitir que esta situación rutinaria pero placentera se me ha acabado pues, a partir de las reformas constitucionales y estatutarias en curso, me consideraré un fracasado si no consigo ascender a catedrático de catedráticos y no de provincias -que es un invento del centralismo liberal reaccionario- sino de nación, de nación empingorotada y con sus identidades culturales y anímicas intactas y en plena expansión. Lo mismo le va a suceder al fontanero, al magistrado o al farmacéutico, hasta ahora tan apacibles en sus oficios, con sus grifos, sus sentencias y sus pomadas, pero que se convertirán en seres apocados y arrastrarán la existencia anodina reservada a los estigmatizados, si no logran ser fontanero de fontaneros, magistrado de magistrados o farmacéutico de farmacéuticos. Quien tenga miras cortas se conformará con los oficios tradicionales pero quien disfrute de vista de águila y sepa sobrepasar la altura de sus narices, irá por todas, mayormente para no desentonar. -Mi chica va a ser dermatóloga de dermatólogas -dirá la madre orgullosa ante la vecina de cuya criatura se sospecha que, por hechuras, no pasará de la opaca condición de dermatóloga a secas. Si España es una nación de naciones ¿por qué no puede ser Asturias Principado de principados, Aragón reino de reinos, Almería ciudad de ciudades y Puerta de Hierro urbanización de urbanizaciones? ¿quién es el reaccionario que lo impide? ¿dónde se halla el troglodita que cierra el paso a la modernidad? Todavía habrá quien argumente: Rousseau, la revolución francesa, la voluntad general ... paparruchas, querido amigo de amigos, hay que actualizar el pensamiento político lastrado por convenciones carcas. Preveo que cual mancha de aceite se extenderá el asunto incluso a las esferas sobrenaturales. El cura ya no podrá consolar a la familia del finado diciéndole que irá al cielo porque el tal cielo, así, a secas, ya no ofrece garantía alguna de plenitud. El finado que sea un finado bien viaticado irá al Cielo de cielos, donde todo será más luminoso y donde se albergará mayor diversidad cultural. Es preciso convenir que hasta ahora el cielo ha sido algo monótono, siempre con sus angelitos sonrosados volando y sus santos en su santidad irrevocable. La verdad es que se imponía atender las identidades de cada cual, borrosas como han estado las fronteras entre potestades, serafines, querubines y demás. Suena por ello la inminencia de un estatuto propio para cada uno de estos grupos de seres gloriosos, un poco confundidos en los últimos millones de años y disueltas sus identidades en un aniquilador igualitarismo. Como suena igualmente la reforma del infierno y del purgatorio para delimitar las competencias entre uno y otro y hacer las de aquél excluyentes y áticas y las de este embolismáticas. Tengo un amigo con una pinta de «homo preautonomicus» que no se la puede quitar de encima que visita al psiquiatra porque padece ansiedad. Una ansiedad de las de antes, a secas. Pues bien este hombre es otro desde que sabe que es ansiedad de ansiedades lo que sufre. Ahora disfruta con su enfermedad y nos recomienda a todos que la vivamos con el alborozo con que él vive la suya. Claro que no hay solo ventajas de ventajas ya que también se avizoran algunos inconvenientes. Y es que no todo van a ser rositas y moderneces. Porque es el caso de que empieza a proliferar el tonto, pero no el tonto tradicional, con sus tonterías ya sabidas e inofensivas, sino el tonto de tontos, en crecimiento exponencial, expresión que no sé lo que quiere decir pero debe de significar una burrada de crecimiento. Y también el aprovechado, el aprovechado de aprovechados. Parece que va a hacer furor este otoño de otoños.