El Gobierno incrementa un 30% el gasto en investigación militar

Los Presupuestos Generales del Estado, ahora en fase de tramitación parlamentaria, consagrarán el próximo año una partida récord para la investigación con fines militares: más de 1.683 millones de euros; o, lo que es lo mismo, más que los ingresos anuales de las siete grandes ciudades de Galicia. La cifra, porcentualmente, supone un 26% de todo el gasto final en el apartado de innovación, y es un 30% mayor que la consignada en las cuentas del 2005, hoy en vigor. Por ejemplo, por cada euro que el Gobierno socialista invierta el próximo ejercicio en I+D para la agricultura, habrá otros 25 para innovar en proyectos bélicos. Absorberá un cuarto de los 6.500 millones -cifra también récord- destinados I+D en todo el territorio. Con todo, algunas organizaciones, como la catalana Fundación per la Pau, estiman que la innovación bélica se llevará finalmente un tercio de la tarta de todo ese capítulo. Es tanto como todo lo que el Ministerio de Educación destinará a fomentar la investigación científica en España. Además, esos 1.683 millones inicialmente asignados a Defensa duplican el gasto conjunto de las partidas de investigación tecnológica (554,8 millones) y sanitaria (otros 287 millones). En este último departamento, el aumento es del 17%, frente al 30% en Defensa. Otro caso: cinco centros dedicados a detectar novedades en oncología (cáncer), enfermedades cardiovasculares o neurológicas contarán en el 2006 con menos de 50 millones de euros. Tanto como cuestan dos carros de combate. Más: el CSIC, el órgano más relevante en innovación científica, dispondrá de casi 440 millones, es decir, cuatro veces menos de lo destinado a armamento. Para el CSIC la inversión sube de un año a otro un 22%, menos que la militar. «El primer año del Gobierno de Zapatero fue negativo, pero pensamos que iba a ser un año de transición. Ahora, con estas cuentas, vemos cuál es la verdadera voluntad del Ejecutivo, que sigue primando la investigación militar, con unas cantidades que nunca se habían alcanzado», explica Jordi Armadans, profesor y director de la Fundació per la Pau, una entidad que cuenta entre sus miembros con Federico Mayor Zaragoza. Desde este colectivo y la plataforma No a la Investigación Militar se ha remitido a todos los grupos parlamentarios un estudio en el que se detallan, una a una, las partidas que se destinarán a cada ministerio, y la petición de que se rebaje la inversión armamentística. Los compromisos El PSOE, en campaña electoral, se comprometió a reagrupar en un único ministerio todo ese gasto en I+D bélico. No ha sucedido, recuerdan las organizaciones pacifistas: el montante global para gasto no civil se lo reparten Defensa (325,8 millones) y, principalmente, Industria (1.358 millones). El departamento de José Montilla ha elevado en un 33% sus programas de apoyo a la guerra, tanto como lo ha hecho en partidas menos belicosas, como los planes espaciales (aportación a la Agencia Espacial Europea, por ejemplo). «Confiamos en que cumplan esa promesa -finaliza Armadans- y también la de que no computen como gasto en I+D los créditos a empresas, que suponen hasta la mitad de todo el capítulo, y luego no se emplean en investigación». En noviembre, con el debate de enmiendas a las cuentas, se desvelará si hay o no cambio en la tendencia. Por Por otro lado, el Estado defiende como históricas las cuentas del 2006, que consagran más de 6.500 millones a la investigación, aunque un 26 por ciento del total vaya destinado a programas bélicos. Desde el Ministerio de Educación se remarca, por ejemplo, el incremento registrado en el CSIC, con un 22 por ciento más de fondos que en el 2005 (dispondrá de algo menos de 440 millones), así como la dotación para universidades. También Sanidad defiende que las cuentas para este ejercicio han supuesto un incremento notable para los investigaciones. El Estado defiende como históricas las cuentas del 2006, que consagran más de 6.500 millones a la investigación, aunque un 26 por ciento del total vaya destinado a programas bélicos.