Un leonés frente a los nazis

Una historia de horror y torturas. Un relato escrito en primera persona por una víctima. El leonés Prisciliano García Gaitero, que sobreviviría a tres campos de exterminio -Mauthausen, Gusen y Dachau-, acabaría muriendo prematuramente a consecuencia de aquellos años de pesadilla, pero tuvo tiempo de relatar, en la cama de un hospital, la locura del régimen nazi. Fue el suyo un legado contra el olvido; una confesión para la historia. Edilesa publica ahora sus memorias, que ven la luz acompañadas por la reproducción facsímil del cuaderno en el que García Gaitero, minero y republicano, cuenta, como testigo privilegado, uno de los períodos más cruentos de la historia reciente. La familia de Prisciliano entregará hoy el manuscrito original al director general del Libro, el leonés Rogelio Blanco, para que pase a formar parte de los fondos del Centro de la Memoria que el Gobierno ha decidido crear en Salamanca. Es el mismo texto original que fue rescatado del olvido por el profesor José Luis Gavilanes, quien lo localizó tras una investigación casi detectivesca: «En una cita que encontré en un libro del historiador Benito Bermejo aparecía un referencia sobre unas memorias inéditas de un tal Prisciliano, en poder del austriaco Jan Laundauer, un ex brigadista internacional que vino con 16 años a luchar en España contra el fascismo». Gavilanes continuó indagando y contactó con Hans, quien le entregó la trascripción de los recuerdos de este preso leonés escritas entre 1945 y 1949, año en el que murió. La Casa de León en Madrid acoge esta tarde la presentación de Mi vida en los campos de concentración nazis, en la que intervendrán Landauer y Gavilanes, junto al hermanastro de Prisciliano, César Fernández Gaitero, y el escritor leonés Julio Llamazares. Una historia tan terrible que el propio protagonista, en las primeras líneas de su diario, advierte: «Amigos lectores, aunque os parezca exagerado todo lo que vais a leer en este pequeño libro, es historia verdadera de una vida que discurrió durante cinco interminables años en los campos de exterminio nazis. Sabed que no os miento en lo más mínimo». Gavilanes Laso reconoce haber sentido el dolor de aquel hombre al leer sobre la muerte de un amigo de encierro o al conocer que el propio Prisciliano estuvo al borde del crematorio en un momento en que se le creyó muerto. García Gaitero realiza un fantástico ejercicio de memoria para dar cuenta de todos los españoles que fue conociendoen los campos de concentración, con el fin de que sus familias sepan si finalmente sobrevievieron.