«Los pelaos» se han hecho ricos

La primitiva más gorda de la historia se la llevaron unos currantes. Un grupo de 23 conductores y taquilleros de una empresa de autobuses que hoy están como unas castañuelas, tan podridos de dinero que ya urden los más rocambolescos deseos sin más límites que los horizontes de su capricho. Les han tocado 24.923.596 de euros. Esa burrada de dinero la tendrán que repartir a partes iguales y toca a 1.083.634 euros para cada uno. Para conseguir el premio, los afortunados, que se parten -o se partían- el pecho para la empresa Alsina, que opera en el pueblo malagueño de Torre del Mar, invirtieron esta semana, como todas, 68 euros. Lo llevan haciendo desde enero del año pasado, cuando decidieron formar una peña a la que bautizaron como los pelaos. Pues ahora que de pelaos tienen lo que una foca de trapecista se han lanzado a colmar sus fantasías de acaparamiento y posesión, una especie de «ábrete, Sésamo» que les abra todos esos tesoros vedados al común de los mortales. Juan, que ya habla con alma de rico, descolgaba ayer el teléfono de la empresa de autobuses como si nada. -Periodista: ¿Me podría pasar con alguno de los afortunados? -Juan: Está usted hablando con uno de ellos. -Periodista: ¿Qué hace trabajando? -Juan: Algunos no servimos para otra cosa. Además, un millón de euros no llega para dejar de trabajar. -Periodista: ¿Qué va a hacer con el dinero? -Pues nada, lo que hacen todos los pobres cuando les toca la lotería: comprarse una casa, un coche, tapar trampas, ayudar a los hijos y poco más. Como Juan, todos acudieron ayer al puesto de trabajo. Casi todos reengancharon tras pasar la noche de parranda, «bebiendo hasta el agua de los floreros», según confesaba uno de los agraciados. La posesión de este boleto de primitiva les ha hecho ver el mundo como un goloso escaparate. Antonio se dio ayer el lujo de mirar de tú a tú a un constructor: «Mi hijo iba hoy mismo a firmar una hipoteca por 17 millones. Me fui a por el promotor y le dije que parase todo, que mi hijo merece algo mejor». Fue su primera chulería de ricachón. Emilio -ahora don Emilio- tampoco se arruga. Tiene 20 años, gemelas de cuatro meses y se siente como una especie de mago capaz de convertir sus anhelos más extraños en realidades inmediatas. Es de los que reengancharon y a las seis de la mañana ya estaba en el tajo, despachando billetes. Dice que «de momento» no dejarán de trabajar, aunque admite que, cuando tengan «la pasta en la cuenta», ya verán que es lo que hacen. Emilio cree que si dejase el trabajo «estaría todo el día aburrido» y planea con el premio «pagar la hipoteca, comprar un coche y disfrutar de la vida». Todo empezó en Navidad, cuando compraron un décimo de lotería y les tocó el reintegro, por lo que decidieron empezar a jugar la primitiva. Pero no todos los que empezaron siguieron hasta este jueves. Hace una semana, dos de sus compañeros se borraron de la peña hartos de no rascar ni un reintegro. Nada se supo ayer de ellos. Los números a marcar en el boleto los deciden entre todos. En esta ocasión la combinación ganadora ha sido la formada por los números 1-13-28-32-37-39, que ya está depositada en el banco. A alguno le cogió la suerte en pijama en casa y se vistió rápido para reunirse con sus compañeros. Fueron los únicos que acertaron la combinación ganadora del sorteo especial 20 aniversario de la lotería primitiva, validado en el despacho número 85 de Torre del Mar.