Para ser conductor deprimera...

Dominio, destreza y manejo de los sistemas de seguridad activa que permiten garantizar una frenada estable y potente, buenas recuperaciones y un comportamiento previsible que hagan posible superar cualquier situación crítica fueron los ejercicios que pusieron a prueba a los conductores de los autobuses públicos de la capital durante un completo curso práctico sobre seguridad activa. La Junta, los sindicatos, Alsa y la Asociación Leonesa de Autobuses Urbanos (Alesa)organizaron estos cursos prácticos que tienen carácter itinerante y que con anterioridadya se habían impartido en la ciudad el pasado mes de mayo. Juan Carralero, gerente de Alesa, explicaba a este periódico que los cursos, que sólo duran dos días y tienen carácter voluntario para los profesionales del volante, pretenden formar a los conductores para que puedan hacer frente a condiciones meteorológicas adversas y que conozcan en profundidad su herramienta de trabajo. «Las medidas de seguridad de los autobuses no tienen nada que ver con las de hace no demasiados años», insistía Carralero. Una pista deslizante, agua de lluvia y una pronunciada curva se convirtieron en el escenario en la que los profesionales leoneses practicaron frenadas críticas a velocidades que en el asfalto normal supondrían una media de 100 kilómetros por hora. Todos los alumnos pusieron en práctica el uso del sistema antibloqueo de ruedas, (ABS), el manejo del ASL o ejercicios de eslalon para adiestrar la vista. Pablo Muñoz y Francisco García, instructores del curso, explicaron el buen uso de los sitemas electrónicos de control, el aumento de presión del circuito hidráulico, suspensiones, sistemas en equis... En fin, un montón de términos que la mayoría de los ciudadanos sólo han oído en conversaciones ajenas o en talleres, pero que en realidad no saben para que se utilizan. «Todo lo que sirva para ofrecer un servicio óptimo es bien recibido», explicaba uno de los alumnos. Algún conductor reconoció incluso que nunca había utilizado el ABS y que había aprendido cosas «muy interesantes y necesarias». Los alumnos reivindican que se repitan los cursos porque son «vitales» para estar al día y garantizar un servicio seguro ante cualquier adversidad climatológica. Los 300 conductores que aproximadamente forman el colectivo podrán acceder de nuevo a estos cursos a lo largo del 2006. Los profesionales leoneses ya pueden ofrecer un servicio seguro, con firmeza en la marcha y conocimientos suficientes para afrontar cualquier adversidad en carretera.