Tapicerías, uniformes y prendas de lencería podrán fabricarse a partir de las ortigas

Las plantas están siendo utilizadas como materia prima para fabricar cientos de productos como lubricantes, recambios para automóviles o cremas cosméticas. A ellas se puede unir la ortiga, con cuyas fibras se quieren elaborar desde uniformes hasta prendas de lencería, lo que podría fomentar su cultivo como alternativa a otros tradicionales. Para desarrollar esta tecnología se ha creado en el Reino Unido el National Non Food Crops Centre (NNFCC), en el que los expertos van a investigar cómo se pueden aprovechar las plantas no comestibles para fabricar productos corrientes más baratos y ecológicos. Los analistas calculan que el mercado mundial de materias industriales procedentes de esas plantas es de unos 71 millones de toneladas, con un valor cercano a los 40.000 millones de euros. Según se afirma desde NNFCC, las plantas no comestibles y sus derivados tienen un futuro muy interesante porque, un producto a base de materias primas naturales tendrá menos impacto sobre la salud y la seguridad y su eliminación será siempre un proceso más ecológico. El reto para NNFCC será promover el cambio de mentalidad en toda la cadena de oferta porque, a pesar de la gran cantidad de plantas que se pueden aprovechar, muchas industrias no usan estos productos porque no están acostumbradas o no saben cómo y dónde conseguirlos. A lo largo de los tres próximos años, el Ministerio de Medio Ambiente británico y la Universidad De Montfort de Leicester financiarán un proyecto de investigación sobre fibras textiles de ortiga, una planta muy curiosa con la que se ha diseñado una línea de lencería para dar a conocer las posibilidades de esta planta. No obstante, los científicos reconocen que no es el hilo más adecuado para prendas de lencería porque se trata de una fibra basta que no resulta demasiado agradable al contacto con la piel, por lo que cualquier prenda que se fabricara con este hilo debería ir forrada. Las fibras de ortiga no son ninguna novedad. Ya se utilizaron en la Primera Guerra Mundial en la fabricación de mochilas para los soldados porque el hilo que se obtiene es muy resistente y flexible. Además, tiene muchas aplicaciones técnicas. Por eso, los expertos defienden que el principal uso de la fibra de ortiga sería en aplicaciones de alta resistencia como tela para tapicería, tanto para el hogar como para el automóvil, ropa para uniformes y monos de trabajo.