El cambio climático va a convertir al año 2005 en el más caluroso de la historia
El pasado mes de febrero la NASA advertía que el cambio climático, la existencia de partículas volcánicas en la atmósfera y una débil corriente provocada por el fenómeno climático conocido como «El Niño», podrían convertir al año 2005 en el más caluroso de la historia, siguiendo así la tendencia de incremento de la temperatura global registrado durante el último cuarto de siglo. Ocho meses más tarde, los climatólogos del Instituto Goddard de Estudios Espaciales ratifican sus predicciones y, tras analizar los datos recogidos en más de 7.000 estaciones meteorológicas repartidas por todo el mundo, la temperatura global de este año es 0,75ºC superior a la media del periodo 1950-1980 y 0,04ºC por encima de la de 1998, hasta ahora el año más cálido. Aunque parezca una diferencia casi inapreciable, los expertos advierten que son cambios muy importantes ya que se trata de unas medidas tomadas en miles de lugares del planeta. Conviene recordar que sólo en el periodo 1990-2000 se produjeron nueve de los diez años más calurosos de todos los tiempos, con un aumento medio de la temperatura de 0,4ºC, que se elevó a 0,6ºC entre los años 2001 y 2004. Las consecuencias del calentamiento global se hacen sentir en los océanos que, al aumentar su temperatura tienden a expandirse originando la elevación del nivel del mar, con la consiguiente desaparición de numerosas islas y miles de kilómetros de litoral. Se está produciendo, además, un incremento de los desastres naturales como huracanes, ciclones, terremotos, lluvias torrenciales o incendios, que sólo en el año 2003 afectaron a más de 250 millones de personas, el triple que en 1990. Los científicos han constatado, además, que la Tierra se está calentando más en el hemisferio norte y que la temperatura media del planeta seguirá en aumento hasta finales del presente siglo. Además, se está reduciendo de forma alarmante la capa de hielo del Ártico y se han registrado altas temperaturas del agua del océano en la costa del Golfo de Méjico, recientemente devastada por huracanes.