Durante los diez primeros meses del año se han quemado 8.175 hectáreas arboladas
La sequía disparó el número de incendios por encima de los 3.150
La superficie forestal total afectada supera las 34.000 hectáreas , lo que se sitúa por encima de la media
El consejero de Medio Ambiente, Carlos Fernández Carriedo, ha presentado el balance de incendios forestales que comprende desde el 1 de enero hasta mediados de octubre, una vez que ha pasado el periodo de máximo riesgo y que las lluvias han empezado a hacer acto de presencia en la Comunidad. Carriedo recordó que nos encontramos en el año más seco de las seis últimas décadas, caracterizado por un incremento de temperaturas medias y un déficit hídrico motivado por la escasez de precipitaciones. Según afirmó, «en lo que va de año se han producido 3.159 incendios forestales, el mayor número registrado durante la última década, muy por encima de la media del periodo 1995-2004, que es de 1.841». Aproximadamente la mitad, 1.517, han quedado en lo que técnicamente se denominan conatos, es decir, incendios en los que la superficie afectada fue menor de una hectárea lo que a juicio del consejero «pone de manifiesto la coordinación y profesionalización del personal que interviene en las labores de extinción». Algo que se puede comprobar si se analiza el llamado «índice de eficacia», es decir, la superficie arbolada media quemada por incendio, que se ha situado en 2,59 hectáreas, cifra inferior a la registrada en la mayoría de los diez últimos años y, por supuesto, por debajo de la media, que fue de 2,81. Datos positivos Fernández Carriedo explicó que si el número de incendios registrados ha sido el mayor de la década, la superficie arbolada quemada alcanzó las 8.175 hectáreas, el tercer mayor dato del periodo, sólo superado por los años 2000 y 2003 en los que ardieron 9.454 y 8.682, respectivamente, y superior a la media, cifrada en 5.221, lo que refleja, según afirmó, «la importancia y la gravedad de este año, pero que demuestra la eficacia». Si se tiene en cuenta la superficie forestal total quemada, es decir, contando pastos, matorral, etcétera, la cifra alcanzó las 34.031 hectáreas, por encima de la media (28.192) y casi la mitad del máximo que correspondió al año 2000, el más seco de la última década, en el que ardieron 66.325. El consejero calificó estos datos como «insatisfactorios» aunque gracias al trabajo del personal de extinción se ha evitado que fueran más graves y se ha conseguido que el peor año en número de incendios no haya sido el mayor en hectáreas quemadas y que la mitad hayan sido conatos. Otro dato positivo que destacó fue el «índice de gravedad media anual», es decir, la superficie arbolada quemada respecto a la superficie arbolada total. Se han quemado 0,27 hectáreas por cada 100 de superficie arbolada, lo que supone un 37,5% menos que el dato del conjunto nacional que es del 0,42. Por otra parte, y de acuerdo con los datos recogidos por el Ministerio de Medio Ambiente, de los 67 municipios considerados como de máxima gravedad en cuanto a incendios forestales registrados este año, sólo uno pertenece a Castilla y León. Se trata de Casavieja (Ávila), donde el fuego, además de arrasar 680 hectáreas arboladas, se cobró la vida de una persona. Sin embargo, los mayores siniestros se produjeron en Tabuyo del Monte y en Sanabria (Zamora). El consejero recordó que según la Asociación Nacional de Empresarios Forestales, Castilla y León es la Comunidad que más invierte en gestión forestal, tanto en términos absolutos como porcentuales, concretamente el 7,91% del presupuesto, frente al 2,79 de la media española. Por otra parte, en el III Inventario Forestal Nacional se recoge que somos la Comunidad que más ha incrementado su superficie forestal, que alcanza actualmente los 5 millones de hectáreas. Además, y según se afirma desde la Asociación Española de Compañías Aéreas, Castilla y León es la que cuenta con mayor número de helicópteros destinados a las tareas de extinción de incendios forestales.