Rouco utiliza el púlpito para pedir a los padres que no acepten la LOE

El arzobispo de Madrid y ex presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco, censuró ayer desde el púlpito la reforma educativa que prepara el Gobierno. Durante la misa por la Virgen de la Almudena, el cardenal pronunció una homilía en la que apeló a la «fortaleza cristiana» e invitó a los padres a que no cejen en su derecho de ser «los primeros educadores de sus hijos». A escasos días de la manifestación que se celebrará este sábado contra el proyecto de Ley Orgánica de la Educación (LOE), Rouco hizo un llamamiento a los católicos para que defiendan «pública y privadamente» el derecho a una educación moral conforme a sus propias convicciones y creencias. El arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, dijo que no acudirá al acto de protesta porque no desea que se convierta en una «manifestación de obispos». En el transcurso de la eucaristía, a la que asistieron unos 10.000 madrileños para honrar a su patrona, el cardenal alegó que es «responsabilidad de los padres, y también su derecho, determinar la educación moral y religiosa que quieren para sus hijos en los centros de enseñanza». La misa, concelebrada por un centenar de sacerdotes, se realizó en la Plaza Mayor y contó con la presencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz Gallardón, y la concejal de Empleo y Servicios al Ciudadano, Ana Botella. Para el arzobispo, la inculcación de la fe es una tarea siempre ardua, especialmente en los tiempos actuales, «tan cargados de mensajes materialistas y hedonistas y tan displicente respecto a la realidad de Dios». Exhortó a los fieles a que aprendan de la Virgen el valor de la «fortaleza cristiana».