La imagen del dictador en bata y en el hospital era un síntoma de que el régimen comenzaba a desmoronarse.
Fotografía del último consejo de ministros presidido por Franco, ya entrado el año 1975.
A partir del 12 de octubre de ese año, un simple resfriado desembocó en una crisis aguda de salud durante la que Franco padeció un infarto y una trombosis.
Tras casi un mes de agonía, el 5 de noviembre es trasladado a la Ciudad Sanitaria La Paz, donde le someten a varias operaciones. En la imagen, le visita su hermano Nicolás Franco.
El desenlace fatal se produce el 20 de noviembre, a las 4.30 de la mañana.
El presidente del Gobierno, Arias Navarro, anunciaba, entre sollozos, la noticia por televisión: «Españoles todos, Franco ha muerto».
España enmudecía ante la noticia mientras algunos depositaban ramos de flores ante la estatua ecuestre de Franco en Madrid.
A los funerales de Estado, celebrados el 23 de noviembre, acudieron los entonces príncipes de España, pero faltaron numerosos líderes extranjeros.
El aislamiento internacional, iniciado tras los fusilamientos de miembros de ETA y del FRAP de ese año, se hizo más patente que nunca.
Posteriormente, sus restos mortales fueron trasladados al Valle de los Caídos.
Hasta allí se acercaron miles de personas para dar su último adiós al dictador.
En la imagen, su hija, Carmen Franco, y su marido, el marqués de Villaverde, durante los funerales.