Un Boeing bate el récord mundial del vuelo comercial más largo

Emoción y alegría fueron los sentimientos reinantes entre el equipo encabezado por una mujer que ayer batió un nuevo récord de vuelo con el Boeing 777, al recorrer sin escalas la distancia de unos 20.000 kilómetros entre Hong Kong y Londres. «Somos un equipo tremendo, y hemos tenido el placer y el privilegio de pilotar este avión», exclamó la piloto estadounidense Suzanna Darcy-Hennemann tras aterrizar en el aeropuerto de Heathrow, a las 13.13 horas GMT. Cuando el avión tomó tierra ya estaba esperando, papel en mano, una representante del libro Guinness de los récords, Samantha Fay, que entregó un certificado enmarcado al vicepresidente de Boeing, Lars Andersen. «Con este avión estamos cambiando el mundo. Decidimos volar en dirección este para demostrar la gran capacidad y el alcance del aparato. Este avión consume un 24% menos de combustible que sus competidores, y es ya muy popular en la zona del Pacífico», dijo el empresario. Ocupado por sólo 35 personas entre pasajeros y tripulación, el Boeing 777-200LR Worldliner salió el miércoles de Hong Kong, sobrevoló el norte del océano Pacífico y atravesó el extremo septentrional de Estados Unidos antes de cruzar el Atlántico en rumbo a las Islas Británicas. Recorrió esas más de 12.000 millas de distancia en 22 horas y 42 minutos, y llegó al aeropuerto de Londres unos veinte minutos antes de lo esperado. Ese récord de permanencia en vuelo de un avión comercial superó el anterior de 10.823 millas (casi 16.500 kilómetros), logrado por otro Boeing en 1997, en una ruta entre Seattle y la capital malasia, Kuala Lumpur. La filosofía de Boeing, frente a la de su rival, el europeo Airbus, es diseñar aviones de menor tamaño capaces de recorrer largas distancias sin hacer escalas. Lucha con Airbus Boeing, y el otro constructor gigante de la aeronáutica mundial, el europeo Airbus, se dirigen hacia un año récord en la aviación comercial, en pedidos y entregas de aviones, gracias a la recuperación del tráfico aéreo, y ello pese al petróleo caro que lastra los resultados de las compañías. Los dos constructores libran una batalla feroz por hacerse con el mercado mundial. Además, Estados Unidos y la Unión Europea han llevado a la Organización Mundial del Comercio una disputa sobre subvenciones indebidas a sus constructores Boeing y Airbus, respectivamente. Entre los pasajeros había ayer directivos de la estadounidense Boeing y representantes de la compañía aérea Pakistan International Airways (PIA), que ha comprado un Boeing 777 para cubrir la ruta de Karachi a Los Angeles y Houston, en Estados Unidos. A su llegada a Londres, Darcy-Hennemann explicó que el vuelo había sido magnífico, con un tiempo «fantástico» en Hong Kong. «Las últimas 23 horas han sido lo más fácil», aseguró, y explicó que «el 98% del trabajo se hizo en la sede de Seattle», donde se pesaron todos las piezas y el combustible para hacer el avión lo más ligero posible. La proeza, añadió, sólo fue posible por esa labor previa y el trabajo de equipo. Satisfecha de su hazaña, concluyó: «Está noche dormiremos tranquilos».