Mónaco prepara para hoy la entronización de su monarca

Alberto II culminará hoy el proceso de entronización como príncipe del pequeño Estado de Mónaco, mientras sus conciudadanos viven la experiencia como un hecho novedoso y han engalanado sus calles y viviendas a modo de homenaje al jefe de la familia Grimaldi. El territorio monegasco se extiende en unas doscientas hectáreas, dos kilómetros cuadrados que hoy tienen dos colores, el rojo y el blanco de la bandera del país. La muerte (el pasado 6 de abril) de Rainiero, que dirigió el Estado durante 55 años, sumió a los monegascos en la tristeza, de la que ahora salen con la entronización solemne de Alberto, el hijo reservado y discreto del antiguo patriarca que, oscurecido también durante años por la mayor presencia pública de sus dos hermanas, pasa ahora al primer plano. El largo mandato de Rainiero ha hecho que la gran mayoría de los monegascos no hayan vivido nunca una sucesión a la cabeza del Estado, por lo que para ellos es una situación novedosa y extraordinaria. El Ayuntamiento de Mónaco había hecho en días pasados un llamamiento para que los nacionales y residentes colaboraran en propiciar un ambiente festivo con la decoración de sus tiendas y calles. El resultado son numerosas banderas que ondean en ventanas y balcones de este pequeño territorio de altos edificios y calles retorcidas que intentan aprovechar el escaso suelo edificable. Los comerciantes han secundado mayoritariamente la invitación de las autoridades locales y exponen en sus vitrinas fotos de un Alberto sonriente, flores rojas y blancas y decoraciones en esas mismas tonalidades. El Ayuntamiento ha pedido a los monegascos que acudan hoy frente a la explanada del palacio de la familia Grimaldi para vitorear a Alberto II cuando se asome, culminadas todas las ceremonias. Los monegascos podrán seguir los actos oficiales desde grandes pantallas instaladas en esa explanada, pero no en el interior de la catedral, donde tendrá lugar un oficio religioso católico (Mónaco tiene religión de Estado) ni en las instalaciones dispuestas en el palacio, para el acto de tipo castrense. Entre los invitados, en los que no estarán la familia real espalñola, están la princesa Victoria de Suecia, los príncipes Haakon de Noruega, Alois de Liechtenstein, Mulay Rachid de Marruecos, Joachim de Dinamarca y Feisal Biin Al Husein de Jordania, el Gran Duque heredero Guillermo de Luxemburgo o los condes de Wessex, en representación del Reino Unido. Entre los jefes de Estado que acudirán a las ceremonias figuran el presidente de Islandia, Olafur Ragnar Grimsson y los dos capitanes regentes de San Marino.