Tras cinco días sin suministro en Harbin, hoy podría restablecerse el servicio
China pide por fin perdón a Rusia por el vertido y promete agua limpia Un seísmo de 5,7 grados deja al menos 14 muertos en el este
El número de afectados por el derrame tóxico alcanza los nueve millones
El primer ministro chino, Wen Jiabao, prometió «agua sin peligro» a los habitantes de Harbin al visitar el sábado esta ciudad del noroeste de China afectada por un derrame de benceno en el río que la bordea. «Espero que se tomen las medidas necesarias para garantizar a la población un agua sin peligro y potable», declaró el mandatario chino al visitar la planta de purificación hídrica que se construye en Harbin, sin agua corriente desde el martes. El deseo del ministro coincidió con el anuncio de los responsables locales de que el suministro de agua será restablecido el domingo por la noche en esa ciudad de cuatro millones de habitantes que desde hace cinco días sufre las consecuencias del benceno y otros productos cancerígenos vertidos al cercano río Songhua. «No permitiremos que se den otros cortes en el suministro de agua corriente», reiteró Jiabao en referencia a la situación actual, que afecta además a los otros cinco millones de personas que viven en las zonas periféricas de Harbin. El jefe del gobierno chino no hizo referencia directa a la polémica levantada por la actitud de Pekín, que intentó encubrir lo sucedido y sólo lo reconoció el miércoles, diez días después de la explosión, pero la visita de Jiabao se produjo poco después de la llegada a la ciudad de una comisión de Pekín para investigar el desastre. Otro paso adelante es que China ha roto por fin su silencio para pedir disculpas a Moscú por el daño que pueda causar el vertido. Las disculpas tienen lugar tras numerosas peticiones por parte de Rusia de que China proporcione información sobre el vertido. La televisión china emitió unas declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores Li Zhaoxing en las que pedía disculpas al embajador ruso Sergei Razov.