Una buena castaña

No hay nada mejor para combatir el frío de León que una buena fogata, varios kilos de castaña y un buen vino. Lo demás, vendrá por añadidura. Noviembre es el mes de las matanzas, por aquello de que «a todo cerdo le llega su san Martín», pero también es, sobre todo es, el mes de los magostos. Y, por supuesto, un buen magosto es el que se realiza con la castaña del Bierzo y si, además, se riega con un vino, también del Bierzo, el combinado es de lujo. Así las cosas, el tradicional magosto berciano, que organiza la Cámara de Comercio de León y en el que colaboran Prada a Tope y Palacio de Canedo tenía todos los ingredientes para salir redondo: una buena fogata, las mejores castañas -las bercianas- y el vino de Palacio de Canedo. El resto tenía que llegar por añadidura y a fe que llegó y lo hizo en masa. Más de 6.000 personas, según la información facilitada por El Corte Inglés, consumieron 5.800 conos de castañas -sólo sobraron 200 de los 6.000 que se habían encargado-, 810 litros de vino -o lo que es lo mismo 90 cajas de 9 botellas cada una- y 750 kilos de castañas de Prada a Tope. Durante las casi seis horas que duró el tradicional magosto berciano de El Corte Inglés, las colas alrededor del centro comercial fueron constantes y la gente aprovechó la jornada festiva y que el centro comercial abrió sus puertas al público para degustar uno de los productos más ricos que da la tierra leonesa.