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Los científicos constatan que el efecto invernadero acelera la fusión interna de los glaciares

El ritmo de deshielo en las zonas polares se ha duplicado en 13 años

En el libro «Diario polar» se explica qué nos dicen los glaciares sobre el calentamiento global

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Miguel J. Tré - león
León

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El equipo de investigación del proyecto Glackma (Glaciares, criokarst y medio ambiente) del que forman parte Carmen Domínguez, profesora de Matemática Aplicada de la Universidad de Salamanca y Adolfo Eraso, profesor de Hidrogeología de la Universidad Politécnica de Madrid, ha querido dar a conocer, de forma amena y divulgativa, además de su labor científica, sus vivencias en los fríos polares. Diario polar. Qué nos dicen los glaciares sobre el calentamiento global , es el título del libro, editado por la Consejería de Medio Ambiente, en el que se recoge una visión actualizada del calentamiento global a partir del estudio y del registro de distintos parámetros en los glaciares, así como una recopilación de los diarios de expedición elaborados con marcado carácter divulgativo, conscientes de la importancia de la educación ambiental para el cambio de determinadas actitudes y comportamientos en relación con la protección del medio ambiente. El proyecto Glackma se inició en el año 2001 (con la cofinanciación de la Consejería de Medio Ambiente en colaboración con los gobiernos autónomos de Madrid y Navarra) para analizar la reducción interna del volumen de los glaciares en los dos casquetes polares y su relación con el calentamiento global del planeta, provocado principalmente por las emisiones a la atmósfera de gases nocivos como el CO 2 , el metano, el óxido de nitrógeno y los gases fluorados. Sus objetivos se centran en estimar la fusión interna glaciar, estudiar el drenaje intraglaciar, calcular su reducción interna seleccionando y monitorizando cuencas piloto experimentales y establecer su relación con el balance de masa, la recesión glaciar, el cambio climático y el calentamiento global. A lo largo de estos cuatro años y a través de las cuatro bases fijas instaladas en el Ártico y el Antártico, los dos científicos han comprobado que el hielo se está fundiendo de forma rápida. Según afirmó Adolfo Eraso, «hemos constatado que en trece años el deshielo se ha duplicado, que la función que se obtiene en las cuatro bases situadas en diferentes latitudes y a distancias de decenas de miles de kilómetros, es exponencial, es decir, creciente en el tiempo, lo que significa que la próxima vez que se duplique eses valor será en menos de trece años». Carmen Domínguez, por su parte, indicó que el libro pretende ser «divulgativo, pensando, sobre todo, en los más jóvenes». Estaciones de análisis En próximas fechas, Eraso y Domínguez iniciarán una nueva etapa de su investigación, que se prolongará hasta el año 2007 gracias a un convenio firmado con el Instituto Nacional de Meteorología. Durante este tiempo, su objetivo es completar los datos sobre deshielo de los glaciares y, para ello, centrarán su trabajo en la instalación de dos estaciones de análisis en el Antártico destinadas a medir el deshielo de los glaciares de esa parte del planeta. El proceso no es nada sencillo porque para seleccionar las cuencas glaciares es necesario, entre otras cosas, que el agua que proceda del deshielo no se vierta directamente al mar, sino que se canalice a través de pequeños ríos. Según han relatado, de los tres tipos de glaciares que existen sólo se puede registrar el deshielo en dos de ellos: los subsolares y los temperados. En los primeros, sólo una parte del casquete helado se conserva a cero grados, con lo que el deshielo sólo se registra en algunas zonas. En los segundos, ubicados en zonas de montaña, la temperatura del hielo se mantiene muy próxima a cero grados. En la actualidad hay instaladas dos estaciones de análisis en sendas cuencas de glaciares temperados, una en Islandia y la otra en la Antártida insular. A través de ellas, se puede monitorizar el drenaje interno de las masas heladas obteniendo datos en continuo relativos al nivel de caudal, la conductividad y la temperatura del agua. Para completar su labor investigadora, los científicos del proyecto Glackma cuentan con el apoyo logístico y la colaboración de investigadores de otras nacionalidades, como el ofrecido por las Bases Antárticas Artigas (Uruguay) y Bellinghausen (Rusia), lo que les permite disponer de datos esenciales como el volumen de hielo que tiene cada uno de los glaciares en los que realizan las mediciones. «El equipo de investigación del proyecto Glackma ha dado a conocer sus vivencias» ADOLFO ERASO Profesor de Hidrogeología