Entra en vigor la ley que establece la igualdad de sexos en China
La primera ley de la República Popular China que establece la igualdad de sexos y reconoce el acoso sexual en el trabajo como delito entró ayer en vigor en el país, informaron fuentes oficiales. La Ley de Protección de los Derechos de la Mujer, aprobada por la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) el 28 de agosto de este año, prohíbe expresamente el acoso sexual y da por primera vez a las víctimas el derecho a denunciar estos actos a la policía y los tribunales. El vacío legal al respecto causó que sólo 10 denuncias de este tipo fueran aceptadas por los jueces hasta ahora (la primera, en 2001), y sólo en una ocasión se falló a favor de la denunciante. Se calcula que un 40% de las trabajadoras chinas sufren acoso sexual, aunque la prensa oficial china aclara que las cifras corresponden a «empresas privadas o de capital extranjero». Según los expertos, la difusa definición que de acoso sexual se hace en la nueva ley («comportamiento obsceno que es dañino, coercitivo y provocativo») podría dificultar su interpretación por parte de los jueces chinos. Aunque el acoso sexual es la novedad más destacada en la nueva regulación, también llama la atención el hecho de que se trata de la primera ley en la que se dice explícitamente que la igualdad entre hombres y mujeres es una política estatal. Pocas mujeres en los cargos Aunque Mao Zedong dejó dicho que «las mujeres son la mitad del cielo» y pidió la igualdad de sexos en línea con la doctrina comunista, lo cierto es que la mujer china ha sido discriminada en numerosos aspectos de la vida, como por ejemplo, en la política, donde muy pocos altos cargos son mujeres. La viceprimera ministra china, Wu Yi, «dama de hierro» de la política china, es uno de los escasos ejemplos de mujeres que han llegado a las altas esferas del Politburó. La nueva ley señala que el número de mujeres en los órganos de gobierno y la Asamblea Nacional Popular china deberá aumentar, y al menos una mujer deberá participar en cada comité de gobierno de los pueblos chinos, aunque no establece cuotas específicas. En el ámbito de la educación y el trabajo, defiende la igualdad de sexos, exigiendo un salario igual para el mismo trabajo.