La paciente dió las gracias por el resultado
Para evitar el riesgo de rechazo, la paciente, que resultó gravemente desfigurada en mayo pasado por la mordedura de su perro, ha sido sometida a un fuerte tratamiento inmunológico y se le han practicado infiltraciones de células de la médula ósea de la donante, precisó, por su parte, Dubernard. Los médicos explicaron que la primera palabra que pronunció al despertarse la mujer fue: «gracias». «Hemos hecho lo máximo para asegurar el éxito de la operación porque no teníamos derecho a equivocarnos con esa paciente», afirmó Dubernard, que asume la responsabilidad de evitar el rechazo. La paciente ha sido debidamente informada de los riesgos médicos -tratamiento inmunológico de por vida- y psicológicos -seguimiento psiquiátrico a largo plazo- a los que se enfrenta por tratarse de una novedad absoluta, incluida la posibilidad de desarrollar un cáncer. Algunos riesgos El uno por ciento de los trasplantados pueden padecer linfomas y de ellos un tercio muere, otro tercio rechaza el implante y el resto lo supera, señaló Dubernard. Reconoció que tanto él como el resto de los profesionales que han participado en esta aventura se preguntaron si la operación «era moral», pero dijo que todas sus dudas se disiparon cuando vieron el rostro terriblemente desfigurado de la mujer, cuya reconstrucción era no se podía afrontar con la cirugía clásica.