España desarrollará su primer satélite propio de observación de la Tierra Gran Bretaña reconoce desde ayer las uniones entre homosexuales

España está dispuesta a poner otro pie en el espacio, acercándose a los países punteros en materia aeroespacial de Europa. Aunque para ello tenga que poner en órbita su propio satélite de observación de la Tierra, emulando a Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, los únicos que cuentan ya con satélites de este tipo. Así lo anunció ayer en Berlín el ministro de Industria, José Montilla, que ha acudido a la cita que la Agencia Espacial Europea convoca cada tres o cuatro años para debatir las líneas maestras en materia espacial en Europa. Ante los periodistas españoles acreditados en Berlín, Montilla expresó el deseo de liderar por primera vez enteramente desde España un satélite con fines científicos, «desde su diseño hasta el lanzamiento». Éste, que se llevaría a cabo desde la Guyana Francesa, está previsto para principios del 2010. El proyecto pretende afianzar el sector espacial español con la creación de 600 puestos de trabajo en la industria y 200 en el desarrollo de aplicaciones que irán en gran parte a la Universidad. Montilla explicó ayer en el gélido Berlín, que acoge estos días al Consejo Ministerial de la ESA (Agencia Espacial Europea), que «la decisión de España permitirá a nuestra in-dustria dar un salto cualitativo en su capacidad tecnológica y de gestión de sistemas espaciales complejos». El proyecto le costará al erario público 190 millones de euros, que esperan compensar «con los retornos industriales a España», apuntó Montilla. Entre otras aplicaciones el responsable de Industria citó la cartografía, la topografía, la agricultura, y el medio ambiente, así como la mejora en la prevención de desastres naturales, como la prevención de los incendios forestales. Fines científicos Alemania, que lidera desde el 2001 el consejo de la ESA, que integra a los 17 estados miembro y a Canadá, es la anfitriona de este encuentro europeo. Aunque su objetivo declarado es reforzar hasta 2015 la actividad aeronáutica con fines científicos, la manzana de la discordia radica en los presupuestos. Para los próximos tres años confían en obtener 8.800 millones de euros, de los que una tercera parte irán destinados al programa de cohetes Ariane, que debería garantizar a Europa el acceso al espacio. También está sobre la mesa el futuro de las misiones destinadas a explorar el planeta Marte. El nuevo titular de Economía germano, Michael Glos, que abrió ayer la conferencia, hizo entrega simbólica de la presidencia de turno a su homólogo holandés, Laurens Jan Brinkhorst. Alemania, que es junto con Francia líder eu-ropeo en materia aeronáutica, ha invertido 590 millones de euros en programas de la ESA, lo que equivale nada menos que a un 22% del presupuesto total, pero se muestra reticente a aumentar sus aportaciones. España por el contrario deba-te ahora mismo en el Senado un incremento de las partidas para el sector espacial. Hoy se espera que los ministros den luz verde al lanzamiento de un programa dirigido a la observa-ción climática y la prevención de catástrofes que seguiría los pasos de la iniciativa GMES, las siglas en inglés para Monitor Global para Medio Ambiente y Seguridad. También se proponen garantizar su participación en la Estación Espacial Internacional (ISS), considerado el mayor laboratorio del espacio y ahondar en el programa Aurora, con una posible expedición a Marte a largo plazo, tanto robótica como incluso tripulada. Tras siglos de tabúes y persecuciones, una nueva era se abrió para los homosexuales en Gran Bretaña, donde entró en vigor ayer una ley que permite a las parejas del mismo sexo formar uniones civiles, otorgándoles los mismos derechos que los matrimonios heterosexuales. Mucho camino han andado los homosexuales británicos desde que en 1895 el escritor y dramaturgo Oscar Wilde fuera enjuiciado, enviado a la cárcel de Reading y convertido en un paria, por su homosexualidad. Otros gais en este país han sufrido persecuciones, encarcelamientos, castigos corporales y exclusiones. Pero, tras la entrada en vigor de la Ley de Asociación Civil, cientos de parejas del mismo sexo dieron un paso histórico, al notificar desde temprano el lunes a las oficinas de registro su intención de formar una unión legal. Tras esa notificación, las parejas deberán ahora esperar un periodo reglamentario de 15 días para firmar frente a dos testigos el documento oficial en la oficina de registro. «Se trata de una importante legislación, pues es un reconocimiento legal a relaciones que hasta ahora eran invisibles a los ojos de la ley», declaró a la BBC la viceministra británica para la Igualdad, Meg Munn. Gran Bretaña es el quinto país que permite «bodas homosexuales», después de Holanda, Canadá, Bélgica, y desde julio, España. Aunque no utiliza el término de «matrimonio homosexual», la ley establece que los gais pueden formar una unión legal y gozar de los mismos derechos que los matrimonios de ambos sexos, tanto en lo que respecta a herencia, impuestos, propiedad, y beneficios tales como jubilaciones. Además, la legislación prevé la posibilidad de disolver el acuerdo civil mediante una forma similar al divorcio. Coincidiendo con esta noticia, el cantante Elton John y su novio, el cineasta canadiense David Furnish, se casarán en el Ayuntamiento de Windsor, a las afueras de Londres, donde también contrajeron matrimonio el príncipe Carlos de Inglaterra y Camilla Parker Bowles. Así lo confirmó Clair Williams, la funcionaria que casó el pasado abril a Carlos y Camilla, quien también oficiará el casamiento de John y Furnish el próximo 21 de diciembre. «Estamos encantados de que Elton John y el señor Furnish hayan elegido el Ayuntamiento para su ceremonia de unión civil», dijo.