Factura de farmacia

SANIDAD VA A REMITIR al Parlamento el proyecto de ley del medicamento que, según algunas fuentes, no cuenta con el apoyo de varios departamentos ministeriales y que, eso sí está contrastado, tiene el rechazo del Consejo de Estado, de la industria, de los farmacéuticos, de los distribuidores y del principal partido de la oposición. Ni el ministerio ni las comunidades autónomas han sido capaces de encontrar fórmulas para frenar ese gasto que ellas mismas crean... y paga la industria. No es lo mismo escribir en el BOE que desayunar con él todas las mañanas. Los ministros nunca ganarán el Planeta o el Cervantes, pero escriben sin parar. No digo yo que la industria del sector no tenga que ajustar sus cuentas y que, muchas veces, sus números son excesivamente abultados. Pero si somos sinceros, gran parte de la investigación que hace posible el desarrollo de la ciencia y de la medicina lo están haciendo las empresas farmacéuticas, porque si hubiera que esperar los mismos resultados de la política oficial, estaríamos todavía en el Tercer Mundo. La industria dice que, con esas medidas, en los próximos cinco años dejará de inyectar 1.200 millones de euros en I+D y que se perderán 2.500 empleos. Los distribuidores dicen que no está garantizado el suministro de medicamentos, los farmacéuticos, que no les ha escuchado nadie, y el PP explica que no encuentra el ahorro de esos mil millones por ningún sitio. Por si fuera poco, la nueva ley abre la venta de medicamentos sin receta a través de Internet, dicen que para paliar el problema de acceso de algunos ciudadanos a los medicamentos. Me lo tienen que explicar. Tenemos un sistema excelente de farmacias repartidas por todo el territorio nacional. Hacen un servicio de calidad y en muchos casos abren 24 horas, todos los días del año. En los pueblos, siempre están, aunque tengan las puertas cerradas. Pero por la vía de internet se pueden colar, como ya sucede, ventas absolutamente indeseables y muy peligrosas sin seguridad ni protección. Pero la ley se aprobará, vendrá otra ministra (los hombres, desde Romay, no tienen futuro en Sanidad), y si te he visto, no me acuerdo. Ningún Gobierno tomará en serio el gasto en Sanidad ni se planteará fórmulas de copago, ni buscará sistemas imaginativos y serios. Que pague la industria.