Banderas de conveniencia

Según un informe elaborado por WWF/Adena, la pesca ilegal mueve anualmente unos 1.000 millones de euros, aunque sólo cueste unos centenares comprar una bandera de conveniencia que permite operar ilegalmente y sin ninguna regulación en aguas internacionales. Se calcula que el 15% de la flota mundial utiliza bandera de conveniencia o se desconoce la identidad de su bandera. La UE es la primera potencia mundial en el uso de banderas de conveniencia (lugar de residencia del armador del buque), la mitad de las cuales corresponden a España. A nivel global, Taiwán está en cabeza, seguido de Honduras, Panamá, España, Belice y Corea del Sur. Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF/Adena, ha afirmado que «pese a los avances que ha dado España para mitigar la pesca ilegal, la responsabilidad es aún muy alta. Por ejemplo, el Puerto de La Luz en las Palmas de Gran Canaria mueve unas 400.000 toneladas de pescado al año y en él se registran numerosas compañías que usan banderas de conveniencia o están implicadas en prácticas ilegales. Pero el equipo de inspectores está compuesto por apenas tres personas». El informe de WWF/Adena también destaca la violación a los derechos humanos que a menudo conlleva la pesca ilegal al utilizar tripulaciones desprotegidas que pueden ser golpeadas, privadas de comida o que trabajan sin cobrar, y en ocasiones abandonadas en puertos extranjeros.