EE.UU. queda fuera del acuerdo sobre el clima logrado en Montreal Narbona se hace notar

La delegación de los Estados Unidos ante la Conferencia de Naciones Unidas Contra el Cambio Climático se retiró ayer noche de la mesa de negociaciones con los países firmantes del Protocolo de Kioto (COP son sus siglas en inglés), con lo que rechaza de modo definitivo sumarse a una decisión conjunta, tal y como había propuesto el presidente de la conferencia, Setephane Dion. Entre sus argumentos para adoptar esta decisión, los americanos citan la hostilidad con que sus ideas son recibidas por las partes, y critican en particular el discurso del primer ministro de Canadá, Paul Martin, en la sesión de apertura de las reuniones de alto nivel, el pasado miércoles, quien criticó con dureza la posición de la administración Bush. La mayoría de los observadores consideran que esto no es más que la culminación de un proceso ya conocido, y que era algo que se esperaba dada la intransigencia de los americanos durante toda la cumbre. Con o sin Bush Paul Martin señaló por su parte que el mundo debe avanzar con o sin la administración Bush, y consideró que sus negociadores se encuentran aislados de la comunidad internacional e incluso de la sociedad americana, que demanda acciones urgentes. Según el borrador del acuerdo, adoptado a las 4.30 de la madrugada del viernes, las partes se muestran dispuestas a comenzar el diálogo sobre la extensión del Protocolo más allá del 2012, en lo que ya se conoce como Kioto II. Con la aprobación de este borrador, no habrá parón entre el fin del Protocolo hoy vigente y la entrada en funcionamiento de una posible extensión. Además, compromete a los países industrializados a aportar la tecnología y el dinero necesarios para sacar adelante los Mecanismos de Desarrollo Limpio que contribuirán al desarrollo sostenible de los países en vías de crecimiento y abre la puerta para que los países de crecimiento rápido (China, India o Brasil) se comprometan a reducir sus emisiones. Cristina Narbona, ministra de Medio Ambiente, señaló la importancia de que las partes avancen hacia un acuerdo sin los Estados Unidos, «la primera vez -dijo- que se hace un esfuerzo por dejar en minoría su postura». Con respecto a la noticia aparecida en el rotativo británico The Guardian , sobre la posibilidad de que un grupo de presión estadounidense liderado por varias empresas petroleras estuviese intentando convencer compañías europeas, entre las que se cita a Endesa, para que hagan todo lo posible para forzar a sus gobiernos a abandonar la postura común europea y provocar su salida de Kioto, Narbona dijo que, aun-que habría que esperar unos días para conocer la realidad de todo esto, «de ser cierto, lo lamentaría profundamente». Como la mayor parte de los políticos, la ministra española desembarcó en Montreal durante los últimos días de esta cumbre. La postura española estuvo perfectamente alineada con la del resto de representantes de la Unión Europea. Eso sí, las imágenes que han sido transmitidas por las agencias muestran a la ministra diviritiéndose tanto entre el público como en el recinto de la cumbre. En esta imagen, en la que Narbona golpea una especie de atracción de feria con un mazo, es una prueba de lo bien que parece habérselo pasado en su visita a Montreal. Con un acuerdo bajo el brazo, miel sobre hojuelas.