Viene esa nube

NI EL AIRE, que era nave en la que navegaba la pureza, la libertad y los sueños, está libre hoy de mierda en polvo. Si mear en un río es gran pecado, ¿cómo llamaremos a cagar el aire? Respirar es lo único que no cuesta, pero ahora se puede pagar con la salud. Miasma y porquería. Este aire está infectado. Otea el horizonte. Sobre el golfo de Vizcaya ha venido conducida por los vientos la gigantesca nube negra que produjo ese incendio inglés en el que ardieron miles de toneladas de combustible vomitando al aire más humo gordo que un volcán. Es como si nos devolvieran por el cielo la mierda negra que les mandamos por mar con el galipote del Prestige (que ahora, a falta de pan y con ganas de torta, han querido reflotar para seguir ordeñándole sustancia política). El aire tiene también sus ríos y una libertad que el agua no alcanzará jamás, pues las brisas y corrientes se gobiernan por su capricho y campean por donde les manda el enfriamiento o lo tórrido, así que a nadie deja de visitar alguna vez un viento que nació en el Polo Norte para acabar caldeándose en Gabón. Eso es lo malo, porque la ponzoña que contamina la atmósfera en Detroit se la acaban tragando en el Machu Pichu (contra más alto el sitio, peor; la cumbres meten de lleno su hocico en el magma gaseoso que flota por ahí arriba, de manera que pegarse esas hondas bocanadas con que festejamos una ascensión de montaña entraña hoy atragantos de monóxidos, metales en suspensión y pura sopa química). Y a quien enguarra el único bien público que queda -y es el aire-, ¿le multa alguien, le riñen, se le exige reparación de daños?... A quienes fuman, sin embargo, les brean, les denuncian, les sancionan o anatematizan condenándoles a vituperio público y reclusión menor en el gueto de los apestados. ¿Nadie pone etiquetas en las cajetillas de aire que advieran claramente que «respirar mata»?... Cuando alguien quema neumáticos, pestes, aceites o mierdas en el solar que hay detrás de tu casa, ¿vinieron los guardias a darles con la badila en los nudillos?... Si Bush se ríe del protocolo de Kioto (y lo convierte en Koíto), infectar el aire no es delito. ¿Dormiremos más tranquilos porque nos digan que esa nube negra que nos viene de Inglaterra llegará a nuestras costas ya diluída y reducida su toxicidad?...