Titán, un mundo increíble formadopor hielo, hidrocarburos y metano

El pasado 14 de enero y después de siete años de viaje interplanetario y 1.200 millones de kilómetros, la sonda Huygens de la Agencia Espacial Europea (ESA) se posó sobre el suelo de Titán, la mayor luna de Saturno. Después de casi un año de analizar los datos recibidos, los científicos han publicado un estudio, publicado en la revista Nature , en el que se recogen los sorprendentes resultados de la misión. Jonathan Lunine, François Raulin y Hasso Niemann, junto al resto de los expertos que han estudiado los datos captados por la sonda Huygens, explicaron en rueda de prensa que Titán podría definirse como «un mundo fantástico de color marrón y naranja, muy frío y formado por hielo, hidrocarburos y metano, en el que los pies se hundirían». El viento, que sopla en el mismo sentido de rotación que Titán, llega a superar los 400 kilómetros por hora a más de 100 kilómetros de altura. Sin embargo, en la superficie apenas existe (unos 3 kilómetros por hora), lo que hace pensar que su accidentada orografía se deba a la erosión del metano líquido, uno de sus principales componentes (que hace el papel del agua en la Tierra) aunque actualmente sólo se encuentra en la atmósfera. Según explicaron los expertos, los rayos ultravioleta del Sol, junto al bombardeo por partículas procedentes de Saturno, convirtieron al metano en hidrocarburos (alquitrán y petróleo) y en compuestos de hidrógeno que se condensan a unos 200 kilómetros de altitud para formar una niebla muy espesa de color naranja. Estos aerosoles van cayendo en forma de «lluvia» sobre la superficie de Titán formando una capa esponjosa compuesta posiblemente por una especie de «galletas» de hielo y metano líquido. Según afirmó François Raulin, la pérdida de metano en la atmósfera es reemplazado, posiblemente, por un depósito de metano de origen no orgánico (las bacterias, entre otros, lo producen), lo que les ha llevado a pensar que en la Tierra se haya producido un proceso similar y que existan enormes tanques de metano (principal componente del gas natural). Los científicos creen que la atmósfera de Titán es muy parecida a la que debió tener la Tierra hace unos 3.500 millones de años, antes de que surgiera la vida. Además de metano, está compuesta por nitrógeno, hidrógeno y otros gases, presentando una intensa actividad química. Su presión atmosférica es una vez y media superior a la de nuestro planeta y su temperatura de -180ºC, impide la formación de vapor de agua y por lo tanto de oxígeno. Participación española La reconstrucción de la trayectoria seguida por la sonda Huygens en su descenso hasta la superficie de Titán se realizó con un instrumento llamado HASI (Huygens Atmospheric Structure Instrument), dotado de numerosos sensores con los que se han podido estudiar parámetros como presión, densidad, temperatura o las propiedades eléctricas de la atmósfera. HASI ha sido desarrollado por un consorcio internacional liderado por Marcello Fulchignoni, del Observatorio de Paris-Meudon (Francia), que ha contado con la aportación de distintas partes y sensores desarrollados por científicos y técnicos de Italia, Francia, Finlandia, Reino Unido y España, concretamente, del Instituto de Astrofísica de Andalucía y del Grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad del País Vasco. Investigadores de ambos organismos trabajan en la realización de modelos teóricos capaces de describir el comportamiento de la atmósfera de Titán, especialmente de su ionosfera, y en modelizar la formación de nubes en un ciclo regido por el metano, respectivamente. Estas investigaciones ayudarán a entender la evolución de la atmósfera terrestre en unas condiciones distintas de irradiación solar a la de Titán, ya que el hecho de estar a una distancia del Sol diez veces superior a la nuestra, ha permitido que su evolución sea más lenta que la de nuestro planeta.