La más respetuosa

El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) considera que el estado actual de la tecnología ha permitido que el impacto ambiental de las minicentrales hidráulicas sea mínimo. Asimismo, varios estudios confirman la bondad de esta energía renovable. Según se recoge en un estudio realizado por IDAE, la Asociación de Productores de Energías Renovables, el Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas y los responsables en materia energética de Aragón, Cataluña, Galicia, Navarra y el País Vasco, la energía minihidráulica es la más respetuosa con el medio ambiente. Para llegar a esta conclusión, analizaron las tecnologías del lignito, petróleo, carbón, nuclear, gas natural, eólica y minihidráulica, penalizando con «ecopuntos» su incidencia sobre la capa de ozono, el calentamiento global, la emisión de metales pesados, sustancias cancerígenas, residuos industriales, acidificación, eutrofización y el consumo de recursos energéticos. Fueron excluidas las centrales hidroeléctricas por su impacto negativo sobre el entorno y la biodiversidad, así como por los desplazamientos que provocan en la población afectada por su construcción. Según el informe, el mayor impacto es el producido por la tecnología del lignito, con 1.735 puntos, seguida del petróleo (1.398), el carbón (1.356), la nuclear (672), el gas natural (267) y la eólica (65). La minihidráulica ocupa la última posición, con sólo 5 ecopuntos, lo que significa que un kilovatio hora generado en una minicentral hidroeléctrica es casi 350 veces más limpio que el producido a partir del lignito.