Viaje a los enigmas de Egipto
La exposición «Faraón» explora los turbadores secretos de los monarcas y las momias y recorre tres milenios de la enigmática civilización a través de 20 piezas excepcionales
Penetrar en los inquietantes secretos de los faraones y las momias del antiguo Egipto a través de 120 piezas excepcionales. Esta es la propuesta de la exposición Faraón que hasta el próximo 14 de mayo acoge el centro de arte del Canal de Isabel II en Madrid (Plaza de Castilla, www.cysii). Algunas de las soberbias y colosales piezas que exhibe salen por primera vez de Egipto y permiten recorrer buena parte de esta enigmática civilización que a lo largo de tres milenios conoció 31 dinastías en las que reinaron 350 faraones, mitad hombres, mitad dioses. Unos secretos que se empiezan a desvelar desde la misma entrada, una pirámide de 18 metros de altura capaz de acoger en su seno a 150 espectadores para mostrarles el vídeo Momia: viaje interior sobre los secretos funerarios de estos fascinantes y poderosos monarcas de la antigüedad. Un potente escáner de un hospital londinense escudriñó la momia a través de 1.500 secciones transversales para obtener información cierta sobre su origen, modo de vida, profesión y hasta su alimentación. El audiovisual es una coproducción del British Museum con la empresa tecnológica Silicon Graphics Inc. Todo un alarde tecnológico que permite al espectador, ayudándose de unas gafas especiales, retirar los vendajes y recorrer las entrañas de la momia en tres dimensiones. La segunda parte se conforma con 120 piezas, algunas con más de 4.500 años de antigüedad, cedidas por el Museo del El Cairo y que ofrecen un recorrido por la historia y la vida de los faraones desde el imperio Antiguo (2686-2173 a de C.) hasta el imperio nuevo (1552-1609 a de C.). Se han instalado en los antiguos aljibes árabes y romanos del Canal, reconvertidos en un espacio sagrado jalonado de réplicas de las antiguas y suntuosas columnas del templo de Karnak. 1397124194 Colosos Divida en siete ámbitos que se ocupan de la historia, la política, las ceremonias y ritos funerarios, la iconografía, los palacios, o la organización social, entre las piezas destaca sobre todas 'El coloso de Tutankhamón', que es la que recibe al espectador. Se trata de una estatua de tres metros de altura y 3.500 años de antigüedad, hallada en el templo de Ay y Horemehb, al norte de Tebas. También al reinado de Tutankhamón pertenece el lecho y su ajuar funerario, con seis camas de uso cotidiano y varios «lechos mágicos». Del templo de Atón, en Karnak, procede otro coloso, éste adosado a los pilares de templo y perteneciente a la dinastía XVIII, al reinado de Akhenatón. Más antigua es la Estatua del Rey Kefrén, esculpida en basalto hace 4.500 años y que por primera vez ha salido del museo cairota. Por su singularidad y belleza destaca la máscara funeraria de Psusenes I. Es una soberbia pieza de oro y lapislázuli hallada en las tumbas reales de Tanis y perteneciente al reinado de este faraón, en la dinastía XXI. Esta pieza es la que cierra la exposición, y a juicio de la directora del museo de El Cairo, Waffa El-Saddik, supera en belleza y está mejor conservada que la famosa máscara de Tutankhamón. El-Saddik reconoce que estamos ante una de la mejores y más ambiciosas muestras realizas fuera de Egipto con fondos de su museo.