Wikipedia cuenta con sistemas de revisión Una misteriora música procedente de los iceberg sorprende a los científicos
La mayor de sus debilidades, la calidad de sus artículos y contenidos, parece que va superando las pruebas de mínimos para muchos expertos. De hecho, para muchos, en sus páginas hay miles de artículos de una calidad comparable a la de las obras impresas, ya que además están sometidos constantemente al ojo crítico de millones de lectores. Buena parte del mundo académico, más acostumbrado a la jerarquía y a la labor de los expertos, ofrece las mayores reticencias. Además el vandalismo es un importante enemigo pero la capacidad de autorreparación es sorprendente: el borrado masivo de contenido, una de las agresiones más habituales, se corrige en una media de 2,8 minutos que se rebajan a 1,7 si se incluye contenido obsceno. Esta labor es llevada cabo por innumerables «wikipedistas» que hacen chequeos periódicos detectando cambios malintencionados. Es difícil saber cuál será el futuro de este auténtico ser vivo artificial. Para algunos sería conveniente que la Wikipedia más depurada fuera algo más inmutable y parece que el próximo año saldrá una versión de este tipo y paralelamente una abierta. En cualquier caso, y sin establecer comparaciones, la alternativa está en la Espasa, pero nos costará más de 4.000 euros. Unos ruidos misteriosos procedentes de los icebergs de la Antártida causaron una gran sorpresa entre los investigadores que analizaban los terremotos en aquellas latitudes. El doctor Schlindwein, un especialista alemán en geofísica del Instituto Alfred Wegener para la Investigación polar y marina, declaró a los medios de comunicación que era como un sonido de una película de miedo, en unas ocasiones se asemejaba a unas notas con una cierta melodía o en otras parecía un ruido más monorde, como si fuera el zumbido de las abejas. Esos sonidos fueron detectados en las grabaciones realizadas para analizar los movimientos sísmicos, ya que el oído humano no es capaz de captarlas directamente. Lo que podía ser interpretado como un ruido procedente de los propios movimientos sísmicos estudiados pronto fue desechado por los investigadores, ya que en ese caso lo primero que se oiría sería una explosión más o menos fuerte y luego el ruido iría disminuyendo hasta desaparecer. Sin embargo, en este caso el ruido se mantiene y lo hace de una manera cíclica. Después de peribir una señal muy intensa, que fue precedida por varios terremotos, los científicos rastrearon los epicentros hasta dar con un gran iceberg de casi medio kilómetro de altura, del cual procedían los extraños sonidos que formaban esa intensa señal. Según los especialistas, lo más probable es que esos sonidos procedan del agua que se encuentra atrapada en las hendiduras del iceberg, la cual incrementa su presión al chocar el iceberg con otros o con el fondo causando fricciones y vibraciones del hielo que dan lugar a esa «música de los iceberg».