Una marca de garantía diferencia y certifica la calidad de la madera de pino silvestre
El consejero de Medio Ambiente, Carlos Fernández Carriedo, ha participado en la localidad burgalesa de Quintanar de la Sierra en la presentación de «Pino Soria-Burgos», una marca de garantía, la primera del sector maderero que existe en España, con la que se certificará la madera de pino silvestre de los bosques de ambas provincias y permitirá al sector innovar y garantizar su calidad, sostenibilidad y servicio. Su creación responde a la necesidad de diferenciar un producto del resto de la oferta de madera de pino silvestre existente en el mercado y, para ello, estará sometido a rigurosos controles durante toda la fase de producción y transformación con objeto de transmitir al consumidor final una imagen y una garantía de óptima calidad. Las ventajas que esta marca de garantía ofrece al sector suponen poder disponer de un nombre propio; ofrecer una garantía de calidad, certificada por un control externo; obtener una resistencia garantizada de la madera; que el sector disponga de un interlocutor con administraciones, propietarios y profesionales; obtener facilidades comerciales (búsqueda de compradores y productos, portal de ventas que distribuye pedidos y agiliza la localización y asesoramiento post-venta), y el establecimiento de precios mínimos. Carriedo recordó que, «con esta iniciativa no se trata sólo de tener más cuota de mercado, se pretende, además, vender el producto en mejores condiciones». El uso de la marca Pino Soria-Burgos estará regulado por un Reglamento que designa exclusivamente a la madera de Pinus sylvestris (pino silvestre o pino albar) producida en los montes calificados y registrados como productores, cuyo ámbito geográfico es el de 48 municipios de Soria, Burgos y La Rioja. La superficie geográfica asciende a 275.000 hectáreas de las que unas 200.000 son arboladas (la mitad son de esta especie de pino). Según afirmó el consejero de Medio Ambiente, «los bosques de Castilla y León son más maduros y cuentan con un mejor equilibrio de edades, que es la base del ciclo de la vida y disponemos de más del doble de madera que hace 30 años». Carriedo recordó que la cantidad de árboles ha aumentado 6 veces desde 1970 (hay 3.200 millones) y que los aprovechamientos de madera de los últimos años son netamente inferiores al crecimiento de las masas forestales, garantizando la sostenibilidad de este recurso para futuras generaciones.