Diario de León

En el año 2005 se ha alcanzado el récord de los últimos años al llegar a las 28 parejas

El águila imperial ibérica inicia un proceso de recuperación

Castilla y León cuenta con el 10% de los ejemplares que hay actualmente en nuestro país

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Miguel J. Tré - león
León

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Después de dos años de la entrada en vigor del Plan de Recuperación del Águila imperial ibérica en Castilla y León, la Consejería de Medio Ambiente ha hecho público un primer balance en el que se afirma que se han superado los objetivos previstos. Aunque el plan se elaboró con una vigencia de seis años, finalizada la tercera parte se ha logrado que nuestra Comunidad sea la de mayor productividad en número de pollos por año y nido, a pesar de ser el territorio más al norte del área de distribución de la especie, lo que se ha conseguido, según afirmó el consejero de Medio Ambiente, Carlos Fernández Carriedo, «gracias a la participación inestimable de los propietarios de las fincas. Indicó, además, que si en el año 1990 el número de parejas era de 15, al finalizar el año 2005, se ha alcanzado el récord de 28 parejas reproductoras (16 en Ávila y 12 en Segovia, el 10% de la población española), el mejor dato histórico, ya que el anterior era de 26. Además, ha aumentado la productividad, habiéndose contabilizado un total de 40 pollos volados, 22 en Ávila y 18 en Segovia. Según reconoció el consejero, «a pesar de este aumento siguen siendo cifras extremadamente frágiles y no se puede olvidar que de cara al futuro la estabilidad de la especie no está garantizada, si bien es cierto que se ha parado el proceso de reducción de la especie y parece que inicia un lento proceso de recuperación». 29 territorios ocupados El águila imperial ibérica se distribuye actualmente en el cuadrante suroccidental de la Península Ibérica, y en el caso de Castilla y León está presente en las provincias de Ávila y Segovia. Se trata de un endemismo peninsular y la más amenazada de nuestras águilas, que ha visto disminuir de forma alarmante su área de distribución hasta el punto de colocar a la especie en la década de 1960 al borde de la extinción. Además de los cambios en las prácticas agroganaderas y de la destrucción y fragmentación de sus hábitats, el uso ilegal de veneno, los choques o electrocuciones con tendidos eléctricos, las enfermedades, los expolios y las pérdidas de puestas por molestias y la escasez de conejos, son los principales peligros a los que se enfrenta la especie. Para evitar su desaparición, la Consejería de Medio Ambiente puso en marcha en el año 2003 un Plan de Recuperación con el que se pretende disminuir la mortalidad no natural de la especie y cuyo objetivo es lograr un crecimiento mínimo anual de parejas reproductoras del 7%, de forma que en los seis años de vigencia del plan se alcancen los 24 territorios ocupados, cifra que coincidiría con las zonas conocidas en la última década. Los objetivos también contemplan conseguir una productividad media anual de 1,7, incrementar las poblaciones naturales de conejo, dotar de protección legal al hábitat de la especie, incrementar su conocimiento y fomentar la participación de todos los sectores sociales, en especial la de aquellos relacionados más directamente con la gestión de su hábitat. Además, durante este año se comprobará si la especie ha comenzado a extenderse al este de Salamanca y sur de Valladolid, donde se han observado ejemplares en varias ocasiones. Según afirmó el consejero, «los resultados están siendo muy satisfactorios porque en el año 2005 se han ocupado 29 territorios, la productividad por año y nido es la más alta de España, 1,4 pollos volados por nido, se han desarrollado medidas para mejorar el hábitat de los conejos de monte y sus poblaciones, se han declarado áreas críticas, que se han incluido en zonas ZEPA, y se pondrá en marcha durante este año una campaña de sensibilización e información a propietarios, cazadores, gestores, escolares y población en general. Explicó, además, que el Plan de Recuperación supondrá en los seis años de vigencia un coste de 1.672.000 euros y que en el periodo 2004-2005, la Consejería de Medio Ambiente ya se han invertido 106.500 euros. Para este año la inversión prevista para la conservación de la especie se eleva a 153.700. «No se puede olvidar que de cara al futuro la estabilidad de la especie no está garantizada, si bien es cierto que se ha iniciado un lento proceso de recuperación» Carlos Fernández Carriedo Consejero de Medio Ambiente

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