Gente de allá | Un reto a remojo
El camino más corto a Ibiza
El catalán David Meca inició finalmente ayer su travesía a nado por el Mediterráneo, que le llevará desde Alicante hasta las Islas Baleares, en una ruta de más de cien kilómetros
El nadador catalán David Meca pudo iniciar finalmente ayer a las 9.30 horas de la mañana su travesía a nado entre la localidad de Jávea (Alicante) e Ibiza en un recorrido de más de cien kilómetros. Con el mar en contra y un fuerte oleaje, el campeón del mundo de larga distancia inició un nuevo reto, insólito hasta el momento, en el que pretende unir la Península y las Islas Baleares. Según fuentes de la asistencia técnica de la travesía, Meca se encontraba anoche en perfectas condiciones físicas y psíquicas e, incluso, bromeaba con los periodistas que le acompañan en este reto. Los primeros 25 kilómetros los completó en unas ocho horas y media, pero ahí empezó la parte más dura de su aventura. Desde media tarde, el nadador catalán se enfrentó a las catorce horas de oscuridad en las que su fortaleza física y psíquica jugaban un papel clave en la consecución de lo que él mismo ha definido como «el sueño de muchos años, una difícil aventura que aún nadie ha logrado». Anoche, al cierre de esta edición, Meca nadaba sin especiales problemas a una media de cinco kilómetros por hora. Meca aseguró antes de iniciar la travesía que, aunque las condiciones meteorológicas no sean «las más fáciles», no se va a rendir y lo intentará «con todas las fuerzas». El nadador hizo estas declaraciones minutos antes de iniciar la prueba en la playa de Grava, en Jávea, donde unas quinientas personas se congregaron para animar al nadador a iniciar su reto. Para Meca, el «fuerte viento» previsto ha hecho que esta prueba sea «mucho más dura» de lo que esperaba, ya que, dijo, «nos encontraremos con grandes olas una vez pasada la bahía». Sin embargo, señaló: «si no tardamos veinte horas, tardamos treinta, y si no, cuarenta, pero voy a luchar hasta el final. Este es el reto de mi vida y aunque haya vómitos, cortes, sangre o nos encontremos lo que nos encontremos por la noche, no os voy a decepcionar, voy a intentarlo hasta el último momento y voy a cruzar el Mediterráneo», agregó. Preguntado por la equipación que llevará para soportar la prueba, el nadador explicó que, aunque llevará el gorro y se pondrá los guantes, éstos últimos se llenarán de agua, pesarán y tendrá que quitárselos. El que fuera campeón del mundo de larga distancia aseguró que la noche es el momento que más teme porque «es cuando la luz de los focos atraerá a los peces pequeños y grandes». «Rezaré para que esas catorce horas de oscuridad pasen rápido y se haga de día», comentó.