El «Niño» más gordo de la historia riega de millones el sureste español

La estrella que guía a los Reyes de Oriente hizo ayer un último viaje antes de desaparecer hasta 2007 y paró en Las Torres de Cotillas, un municipio situado en plena Huerta murciana, a orillas de los ríos Mula y Segura. Allí fue a parar este año el primer premio de El Niño más gordo de la historia: 100 millones de euros correspondientes al número 60.657, vendido íntegramente en la administración número 1 del pueblo. A su paso por Alicante, la providencia dejó destellos de suerte en Alcoy y un chispazo fue a parar hasta Logroño. Entre una y otra ciudad repartieron el segundo premio, dotado con un millón de euros por serie y asignado al 27.029; aún así, la mayor parte de los billetes, 49 de las 50 series, se vendieron en la localidad alicantina. El sureste estuvo de suerte. El sorteo de El Niño goza de menor popularidad que el tradicional gordo de Navidad. Pero eso no quiere decir que los españoles lo desprecien. Casi la mitad (un 45,8%) pusieron este año sus ilusiones en un juego que mueve 1.000 millones de euros y se decide en poco más de media hora. Lejos de las letanías a las que obliga el método del bombo único -empleado en el sorteo de finales de año-, éste exige escasa atención. Arrancó a las 12.00 del mediodía y para las 12.25 los 16.500 habitantes de Las Torres de Cotillas (o al menos aquellos que le habían echado fe al asunto comprando donde Santi, la lotera) ya sabían de su fortuna. A la propietaria de la administración murciana ni siquiera le dio tiempo a llegar a su local antes de que se arremolinaran frente a la puerta un buen puñado de alegres vecinos. Nada más oír el número al que correspondió el primer premio, 67.657, Santi (diminutivo de Fuensanta) supo que era «suyo». «Estaba en mi casa con la tele, con mi hojita apuntando los números cuando he visto el 60.657 y he dicho éste, el 57, lo he vendido yo, pensando en una terminación. Cuando he visto que era el número completo, he llamado a mi hija, que estaba durmiendo, gritándole '¡he dado el gordo!'». Fuensanta Aupí recordó que en otra ocasión, con motivo de las fiestas de Las Torres de Cotillas, dio otro premio gordo pero muy inferior en cantidad al de ayer. Además aseguraba nerviosa que quedará muy repartido entre los ciudadanos de la villa, relativamente cercana a la capital. Una buena parte de los billetes fue adquirido por el Club Camp de tenis, que después repartió participaciones. El resto, se vendió en ventanilla; igual que el segundo premio en la administración número 4 de Alcoy, regentada por Purificación Santacreu. La felicidad de la propietaria de la administración de lotería se mezclaba con la de los agraciados que, poco a poco, iban acercándose hasta el establecimiento situado en pleno centro de la localidad. Más dinero Este año los premios de El Niño eran más suculentos que nunca. El primero creció un 25% respecto al año pasado ( de 1,6 millones de euros por serie a dos millones). Y el segundo, un 20% ( de 800.000 euros a la serie pasó a un millón). Según datos del Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado, para ese sorteo extraordinario se habían consignado 4.995.858 billetes de lotería, lo que supone un gasto de 23,17 euros por habitante. Con 14.000 euros a la serie fueron recompensados doce números: 78.406, 07.001, 68.818, 27.344, 54.185, 09.685, 69.530, 87.132, 80.090, 98.032, 89.226 y 96.959. El sorteo, celebrado mediante el sistema ordinario de bombos múltiples, repartió además otros catorce premios de 1.000 euros.