El fuego destruye un edificio de 400 años, sede del Obispado de Tenerife

Un voraz incendio que se inició hacia las doce de la mañana de ayer ha destruido el 95% del Obispado de Tenerife, un edificio que contaba con 400 años de antigüedad y que contenía objetos de arte muy valiosos que se han perdido en un pavoroso fuego que incluso ha amenazado a los inmuebles colindantes, todos ellos de la misma factura y que componen el centro histórico de La Laguna, declarado en 1999 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Las llamaradas fueron espectaculares desde el primero momento. El fuego comenzó en la segunda planta del edificio en el que se encontraban reunidos los vicarios de la Diócesis que, según relató algunos de ellos, hablaban de la denominación de espacios sin humos a todo el edificio, por lo que algunos de los asistentes expresaron que parecía que olía a quemado. El fuego se inició en la habitación contigua a la de la reunión y cerca de la que ocupa el despacho del obispo de la Diócesis. A pesar de luchar contra las llamas con extintores y diverso material a mano, éstas se expandieron rápidamente y tuvieron que desalojar el edificio que en un momento se convirtió en una antorcha, emitiendo una columna de humo negro visible desde varias decenas de kilómetros. Según las primeras investigaciones en el origen de este desastre podría haberse producido un cortocircuito que rápidamente se ha extendido por el artesonado de madera de tea. En el operativo han trabajado 70 bomberos con nueve bombas pesadas urbanas y a los que se unieron dos helicópteros que tiraron agua desde las alturas para rebajar la temperatura y acotar el avance del fuego, ya que amenazaba a otras construcciones vecinas. El fuego no ha ocasionado daños personales pero, según la alcaldesa de La Laguna, Ana Oramas, «se ha perdido la sede del Obispado de Tenerife, ubicada en el Palacio de Salazar, un edificio del siglo XVII».