Las urnas han amanecido dispuestas a acoger los votos de parte de los 1,34 millones de personas que están llamadas a las urnas.
Se elige a los 132 representantes del parlamento tras una campaña marcada por los incidentes violentos.
Los electores hacían cola ante los colegios electorales desde primeras horas de la mañana.
La gran incógnita de las elecciones se despejará con el recuento de las papeletas, que a su vez determinará qué representación obtiene la formación Hamás.
De los votos depende que esta formación fundamentalista se integre en el Gobierno o permanezca en la oposición.
Según dicen los expertos, el mapa político cambiará seguro. Desde las elecciones de 1996 Al Fatah ha gobernado sin apenas oposición.
En Jerusálén, la mayoría de los 123.000 palestinos mayores de edad renunciarán hoy a su derecho al voto.
Tienen miedo a las represalias por parte de Israel si son vistos en una de las seis oficinas de correos habilitadas en esta parte de la ciudad.
El año pasado en las elecciones presidenciales poco más de 6.000 palestinos votaron en la ciudad y en sus suburbios.