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ATRIBULADA está una madre de estas cazurrerías que tiene a su cría renacuaja estudiando en centro público de esta capital que parece pueblón paleto en tantas cosas; la del plagio barato, en primer plano, imitación caprichosa que delata nuestra más absoluta falta de personalidad o criterio en gustos y modos. Le han dicho que habrá que comprar a la nena una toga de colorete y un birrete a juego, ese ropón anglosajón con que se reviste la americanía del norte en sus ceremonias de graduación de la high school o del college (dícese cólich), esto es, enseñanzas superiores, pues es rito universitario mamado y fotocopiado de la liturgia británica de paraninfos y gaudeamus, tan pulcra como ostentosa. Copiarlo en España, que tiene su propia y secular ritualidad académica y sus protocolos de estrado y cátedra, ya es delito. Que se plagie la tontería extraña en centros privados de enseñanzas inferiores por buscar rango o teatralidad, también tiene lo suyo, aun estando en su legítimo derecho a adoptar imitaciones de loro repetidor. Pero que llegue a hacerse en colegios públicos es dar a la cosa un alto grado de aberración que lleva aparejado un doctorado en majadería «summa cum laude». Ahora bien, si además se impone este rito y este gasto inútil entre críos de cinco años, como es el caso de esa paisana sulfurada, convierte en carne de frenopático aclaustro o educadores que sugieran o impongan esta cretinez con toga, máxime si, como me indican, en ese mismo centro se han prohibido este año la celebración de carnavales y máscaras entre los guajes (con lo que les pirra el andrajo y la careta), sin duda porque con el nuevo ceremonial de «graduación» de párvulos con toga alcanzará este centro el más alto rango de mascarada carnavalera; y ya les vale. Está claro que los telefilmes americanos provocan daños irreparables en cerebros con escasez neuronal. De esas pelis ha copiado esta originalísima dirección sus mascaradas de pompa y ceremonia. Lo cierto es, sin embargo, que muchas mamás estarán encantadas con ver a su mocoso revestido de raso-licenciatura y haciéndose fotos con todo su curso en la grada del escenario como si fueran un coro espiritual de godspell meneado en capilla anabaptista; hay que ver... ¿No hay un psicólogo para educadores?...