| Crónica | Botellas de plástico |
El agua embotellada le cuesta muy cara al medio ambiente
El precio de este recurso natural es superior al de la gasolina debido, entre otros, al reciclaje y a la distribución, según revela Emily Arnold, autora de un estudio estadounidense publicado por el Earth P
El agua mineral embotellada, cuyo consumo mundial casi se duplicó a 154.000 millones de litros en 2004 en relación a 1999, es un recurso natural que al final cuesta muy caro al medio ambiente, según un estudio publicado por un instituto estadounidense. «Aunque el agua mineral embotellada no es a menudo más sana que el agua del grifo en los países industrializados, puede costar hasta 10.000 veces más caro» si se tiene en cuenta la energía utilizada para el embotellado, las entregas y el eventual reciclaje de los contenedores, advirtió Emily Arnold, autora del estudio sobre el agua publicado por el Earth Policy Institute (instituto de políticas sobre la tierra). «A aproximadamente 2,50 dólares el litro, el agua embotellada cuesta al final más cara que la gasolina», añadió. Los estadounidenses se ubicaron en el primer lugar de los bebedores de agua embotellada en 2004, con 26.000 millones de litros, lo que equivale a un vaso de 25 centilitros por persona y por día. Les siguen los mexicanos (18.000 millones de litros), los chinos y los brasileños, con 12.000 millones de litros anuales cada uno. Si se toma en cuenta el consumo por persona, los italianos están a la cabeza con casi 184 litros, más de dos vasos de agua embotellada por día. Le siguen los mexicanos y los oriundos de Emiratos Árabes, que bebieron 169 y 164 litros por persona, respectivamente, en 2004, seguidos de los belgas y los franceses, con 145 litros. El entusiasmo por el agua embotellada creció en los países subdesarrollados entre 1999 y 2004, según las cifras de este instituto, con una triplicación del consumo en India y una duplicación en China. Estos colosales incrementos del consumo de agua embotellada generaron costos no menos colosales para la fabricación de botellas, la mayoría de plástico, y luego su traslado, por barco, tren o camión. A la inversa, el agua del grifo es brindada por un sistema de distribución mucho más ecológico y a menor costo. Y mientras que basta con cerrar el grifo después del consumo, la botella de agua vacía, en cambio, terminará en la mayor parte de las veces en un vertedero, según el estudio. Las botellas en polietileno tereftalato (PET) son producidas a partir de un derivado del petróleo crudo. Para Estados Unidos, eso representa más de 1,5 millones de barriles de petróleo por año, lo necesario para que funcionen 100.000 automóviles durante un año. A nivel mundial, la fabricación de botellas en PET requiere cada año 2,7 millones de toneladas de este plástico. Desechos Citando las cifras del Container Recycling Institute, el estudio indica que el 86% de las botellas de agua de plástico utilizadas en EE.UU terminan en la basura. Su incineración produce emanaciones tóxicas y cenizas que contienen metales pesados, mientras que si son volcadas en vertederos les implica una supervivencia de hasta 1.000 años antes de la biodegradación total. Peor aún, el 40% de las botellas de PET recolectadas para ser recicladas en EE.UU. en 2004 a menudo fueron enviadas desde lejos, como China, au mentando más la factura para el medio ambiente.