La mujer con trasplante de cara dice que ya es «como todo el mundo»

La paciente francesa que aca-paró todos los titulares cuando a finales de noviembre le realizaron un trasplante parcial de cara, el primero del mundo, se puso ayer ante las cámaras para mostrar su nuevo rostro y revelar su identidad, oculta hasta ahora. La mujer desfigurada a mordiscos por su perro labrador en mayo pasado es Isabelle Dinoire, una vecina de Lille de 38 años y madre de dos hijas que ahora tiene los labios, la nariz y el mentón que donó otra mujer víctima de suicidio que se encontraba en estado de muerte cerebral. Algo intimidada por la expectación mediática, Isabelle se presentó al mundo en el Hospital Universitario de Amiens, donde fue operada por los equipos de los cirujanos Bernard Devauchelle y Jean-Michel Dubernard, que el 1998 ya logró el primer trasplante de mano de un cadáver. El maquillaje no ocultó del todo las cicatrices del implante y se vio que tiene el rostro rígido y ciertas dificultades para hablar, pero Isabelle también sonrió e incluso bebió agua con aparente normalidad. Antes de la operación, pronunciar una palabra o masticar le era prácticamente imposible. «Ahora puedo abrir la boca, siento los labios y la nariz», comentó. La intervención que lo ha logrado duró 18 horas. Los médicos están más que satisfechos con el resultado. Ayer aseguraron que Dinoire evoluciona «con normalidad», pero no quisieron hacer «ningún pronóstico», ya que la piel es uno de los órganos que más rechazo presenta. Dubernard, no obstante, destacó que el pionero trasplante pone en marcha un procedimiento «para que otros pacientes puedan beneficiarse de este progreso». No quiere esperar mucho. Ayer avanzó que pedirá la autorización al Ministerio de Sanidad francés para llevar a cabo otros cinco implantes de rostro. También Isabelle aseguró ayer que esperaba que su operación «pueda ayudar a otros a vivir de nuevo», y tuvo palabras de agradecimiento para la familia de la donante. «Ahora tengo una cara como todo el mundo», dijo. Hace unos días descubrió que podía pasear por la calle sin acaparar todas las miradas. «Quiero retomar una vida normal», añadió emocionada. Desmayo fatal La que su perro -relató- le arrebató cuando se desvaneció tras tomar unos medicamentos «para olvidar una semana con muchas dificultades personales». Al despertar, quiso encender un cigarrillo y no pudo. Vio entonces a su labrador y un reguero de sangre. En el espejo descubrió «horrorizada» que la había mutilado, dicen que al intentar reanimarla. Isabelle ya ha vuelto a fumar. Tras relatar su aceptación inmediata del trasplante, pues tras el accidente no quería salir a la calle por «miedo a la mirada de los otros», Dinoire rindió un «homenaje» especial a la familia de la donante. Las únicas imágenes que había hasta la fecha de la paciente fueron tomadas durante la intervención quirúrgica, que duró 18 horas y se efectuó el último fin de semana de noviembre pasado, las cuales aparecieron pocos días después en la revista Paris-Macth , que titulaba en su portada: «La mujer de las dos caras». Se rumorea que ya ha vendido su historia para un libro y una película por un millón de dólares. «Fui a mirarme en el espejo tras recuperarme del desmayo que me provocó el medicamento que tomé para superar los problemas de la vida y allí, horrorizada, no podía creer lo que veía, sobre todo porque no sentía ningún dolor» Isabelle Dinoire Trasplantada de cara