Los exploradores creen que existe más vida animal y vegetal desconocidas para el hombre
Descubren en Papúa un paraíso inexplorado con especies nuevas
Unos científicos hallan más de 30 plantas y animales desconocidos y dicen que hay más
El «mundo perdido» ya tiene dirección. Está en Asia, en la remota región de las montañas Foja, en la provincia indonesia de la isla de Papúa Nueva Guinea. Un grupo de científicos de Estados Unidos, Australia e Indonesia han descubierto allí una selva virgen plagada de nuevas y exóticas especies. Ayer la colocaron en el mapa para el resto del planeta. Hasta el momento, los biólogos han contabilizado que en esa jungla viven más de 30 pájaros, mariposas, ranas y flores gigantes que nunca antes se habían descrito. También han encontrado otras especies, como mamíferos nada comunes, que se creían extinguidas. «Es lo más parecido al Jardín del Edén que se puede encontrar en la Tierra», resumió ayer Bruce Beehler, director de la expedición, financiada por la asociación Conservation International y el Instituto de Ciencia de Indonesia. Pendiente de confirmar A la espera de que las revistas especializadas hagan oficiales sus hallazgos, los exploradores aseguran que habrá muchos más en la misma zona. «Sólo hemos rascado la superficie», comentó Beehler. Su grupo está convencido de que todavía queda mucha más vida animal y vegetal por sacar a la luz y ya planean más incursiones en la jungla para continuar con la investigación. «Probablemente en la estación seca encontraremos más mariposas», avanzó el jefe de la expedición. Los naturalistas afirman que no hay evidencia de presencia humana en la región de las montañas Foja, que abarcan una superficie de 10.000 kilómetros cuadrados. No hay comunidades indígenas ni senderos. Para poder acceder a la zona, los científicos utilizaron helicópteros. Aterrizaron en diciembre pasado y durante un mes rastrearon la selva virgen. Fueron 30 días en los que tuvieron que sentirse como Darwin en las Galápagos. Sin miedo al hombre ¿Qué encontraron en el «mundo perdido»? Menos los dinosaurios de Crichton, de todo. La expedición comenzó con muy buen pie. Ningún animal se asustó por tener cerca a los biólogos y el primer pájaro que vieron en su campamento fue de una especie desconocida: un ave que se alimenta de miel y con manchas de color naranja alrededor de los ojos. Es la primera que se encuentra en la isla desde 1939. Los exploradores también lograron sacar la primera foto a un ejemplar macho del ave del paraíso de Berlepsch, avistada en el siglo XIX y que se creía en extinción. De paso, certificaron que Foja es su casa y resolvieron así uno de los mayores misterios de la ornitología. Además, se llevaron la sorpresa de toparse con un canguro arbóreo de manto dorado, una especie que nunca antes se había visto en Indonesia, y no tuvieron ningún problema para coger en brazos a una pareja de echidnas, un primitivo mamífero poco conocido con espinas al estilo de los erizos. A la lista de «tesoros» se suman 20 nuevas clases de ranas (una de ellas de menos de 14 milímetros), cuatro mariposas desconocidas y varias plantas, incluidas cinco palmeras nuevas y un rododendro de flor blanca que puede batir récord mundial por su tamaño. «Es lo más parecido al Jardín del Edén que se puede encontrar en la Tierra (...) Sólo hemos rascado la superficie» BRUCE BEEHLER Director de la expedición científica