Los matones sofistican sus métodos

Lo dijo ayer el psicólogo Javier Urra, ex defensor del Menor de Madrid. Sin la edu-cación adecuada, la juventud puede ser víctima de lo que se ha denominado pantalliza-ción, un fenómeno que lleva a distorsionar el mundo real y reducirlo a las dimensiones de una pantalla. De televisión, de móvil o de ordenador. Lo malo, así, parece menos malo a adolescentes criados en la cultura de la imagen, acostumbrados a grabarlo todo, hacer fotos y mandar SMS. Ésta es una de las explicaciones que los especialistas dan a casos como el ocurrido en Sevilla. «Las nuevas tecnologías están dando pie a juegos muy peligrosos y degradantes que merecen algún tipo de reeducación social», señaló el psicólogo Aquilino Lousa. «Porque la conducta a reprochar no es algo nuevo, lo novedoso es el método utilizado para humillar», añade. Para Lousa, la agresión sufrida por la menor discapacitada encaja de principio a fin en el clásico patrón del bullying: «Se aprovechan del más débil y actúan arropados por la masa». Sin embargo, una vez que el mal ya se ha causado, el psicólogo cree que lo importante ahora es evitar un mayor sufrimiento a la víctima del acoso y, además de castigar a los culpables, «reeducarlos para que puedan llegar a comprender la gravedad de su comportamiento». Creo que obligarles a trabajar en un centro para personas con minusva-lía es una medida coherente y adecuada. Es más solidario y tiene un efecto más positivo que expulsarlos», apunta.