Diario de León

| Crónica | Tercera jornada de la Pasarela Cibeles |

Sube el listón de la calidad

De la elegancia de Jesús del Pozo a los trazos firmes de David Delfín y la originalidad de Amaya Arzuaga, que mostraron caminos menos convencionales a la hora de vestir

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Mercedes Rodríguez - madrid
León

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La Pasarela Cibeles subió el listón de la calidad conjunta con los desfiles de la tercera jornada, que se movieron entre la elegancia de Jesús del Pozo, los trazos firmes a la hora de cortar de David Delfín y la originalidad de Amaya Arzuaga. El bilbaíno Miguel Palacio inauguró la sesión con una colección en la que predominan toreras y chaquetas cortas. Las hay adornadas con volantes o piel de pelo en las mangas, otras con pliegues en la espalda, en tela, astracán o punto. Presentó vestidos con talle largo o imperio -un corte que es la estrella en esta temporada- ligeros, con frunces en negro y verde manzana. Negros, marrones y blanco roto se combinan en la paleta hasta subir al dorado, en lamé repujado. El largo, por encima de la rodilla. Jesús del Pozo ha querido feminizar las prendas masculinas, como los trajes de chaqueta de pantalones amplios que quieren vestir a un mujer urbana con un toque dandy . Pero su fuerte fueron los vestidos, de volúmenes muy medidos, de corte imperio o talle alto cuyo cuerpo se adorna con frunces o drapeados. Esta última línea marca su elegancia, con sencillez, cortes y pliegues precisos en vestidos con colores suaves, sutiles, que van del crudo al beige pasando por azules y marrones rojizos hasta llegar al oro, con un apunte de cuadros. Un sastre llamado Delfín El gallego Antonio Pernas dijo inspirarse en la modelo Kate Moss - «un homenaje a la libertad y en contra de la hipocresía y la doble moral», declara el diseñador- a la hora de presentar un juvenil desfile con abundancia de falditas -plisadas o en capa- y vestidos mini. Estos últimos insisten en el corte imperio tan impuesto. Esta vez hace alusión a los uniformes, desde los militares a los escolares y se atreve con la ley y iglesia. Las túnicas recuerdan a los abogados, y las puñetas de amplios abrigos tienen un aire sacerdotal, como los jerseys negros rematados con un toque blanco que se asemejan a los alzacuellos de los curas. Imita también la Cruz Roja internacional en vestidos estampados de punto y a los boys scoouts. La burgalesa Amaya Arzuaga siempre es bien recibida en Cibeles Por primera vez presentó colección de mujer y hombre juntos. Para estos últimos ha diseñado unos originales chalecos cosidos sobre una camiseta. Acorta también las chaquetas masculinas, que pueden ir combinadas con pantalones de lentejuelas. Dominan las faldas cuyos largos van de la rodilla al suelo.

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